Las mascotas son todo un tema a la hora de planificar un viaje. Lo más normal es conseguir un amigo o familiar que se encargue de cuidarlos durante nuestra ausencia. Aun así, la otra opción es que nos acompañen durante nuestras vacaciones. Para esto, indefectiblemente, deberemos subirlos al avión. En la práctica es un proceso que no implica muchas complicaciones, no importa si viaja con nosotros en la cabina o si va en la bodega, pero hay varios aspectos clave de los que uno tiene que estar previamente informado.
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Varía según la aerolínea: cada empresa cuenta con su propia política con respecto a los animales, aun así, en general, el peso máximo para que una mascota viaje en cabina es de 10 kg, incluyendo la transportadora. Si pesa más, tendrá que ir en la bódega. Sin embargo, siempre es importante consultar previamente tamaños, requisitos y costos de la aerolínea antes de sacar el pasaje, ya que varían según la empresa. Por ejemplo, entre Aerolíneas Argentinas y Latam hay algunas diferencias.
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Límites en la cantidad: en toda aerolínea hay un número máximo de animales que pueden subir por vuelo. Por lo tanto, antes de sacar el pasaje hay que consultar si hay cupo disponible para nuestra mascota.
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La transportadora: es obligatorio que el canil donde se va a trasladar el animal sea lo suficientemente grande para que él pueda pararse. Está terminantemente prohibido que los animales viajen sedados y llevar más de uno por transportadora. Por las dudas, se recomienda previamente consultar sobre las medidas de la jaula que vamos a utilizar.
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Documentación: de la misma forma que nosotros debemos llevar nuestro pasaporte para viajar, los animales también requieren presentar sus respectivos papeles. Los documentos necesarios para viajar son: certificado oficial de salud, cartilla de vacunas completa y actualizada al día y certificado zoosanitario de exportación (solo para viajes al exterior).
No es para todos: a pesar de que uno cumpla con todos los requisitos, no todas las mascotas tienen permitido subir al avión. Los cachorros de menos de cuatro meses usualmente no son permitidos en los aviones por el riesgo de deshidratación. De igual forma, en la mayoría de las aerolíneas no permiten las razas braquicéfalas de perros y gatos, es decir, las que tienen la nariz chata.
Los animales de servicio también tienen requisitos: para este tipo de animales no aplican las restricciones de peso y tamaño. Sin embargo, sí es obligatorio presentar certificados veterinarios y el diagnóstico médico que justifica que sea el acompañante del pasajero.
Fuente: Viajala.
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