Tal como ya lo habíamos informado, desde el pasado jueves 16 el volcán Copahue entró nuevamente en actividad cuando fue visualizada una densa columna de cenizas saliendo del cráter del cerro activo que está ubicado entre la región del Bío Bío en Chile y Neuquén. La emisión de material particulado del volcán se registró en la zona denominada El Agrio, donde se presentaba humo en forma constante y en su interior, un lago ácido, lo que provocó gran preocupación entre los habitantes de la ciudad de Caviahue, en la provincia de Neuquén.
Tras el acontecimiento, y para intentar llevar tranquilidad a los lugareños, el Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (Sernageomin) emitió, rápidamente, un comunicado de prensa en que explicó que se están llevando a cabo monitoreos constantes por medio de un drone que fue diseñado especialmente para soportar el ambiente de un macizo con las propiedades del Copahue. Esta última tecnología permite controlar bien de cerca y minuto a minuto su conducta y evolución.
En otro de los párrafos del escrito, los especialistas afirmaron que “esta conducta del macizo no implica peligro alguno ni para los residentes de Caviahue, ni tampoco para los habitantes de las localidades que se encuentran en los alrededores del Copahue”. También aclararon que no se trata de un fenómeno que causa un cambio de alerta en su nivel de actividad, que se mantiene en nivel de alerta verde y que está dentro de los parámetros esperables en cuanto al lógico comportamiento de un volcán de esas características.
Cabe recordar que, en los últimos años, el volcán Copahue presentó diferentes modificaciones en su alerta volcánica, debido a su constante actividad con estruendos de baja magnitud. De hecho, entre 2013 y 2015 erupcionó todos los años, mientras que en el último período de 12 meses registró movimientos en forma intermitente, desde abril hasta diciembre, llegando a decretarse el alerta naranja. En tanto que la última vez que emitió cenizas había sido en 2018.
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