Palabras claves: sistemas de armas y capacidades. Todo gira en torno a estos términos en el ámbito de las fuerzas armadas, las nuestras y la del resto del mundo.
Los sistemas de armas son las respuestas a las capacidades. No siempre hace falta lo último que ofrece el mercado especializado en equipamiento militar para responder a determinadas capacidades, puede leerse también como necesidades. Los programas de Reparación, Modernización y Conversión son muchas veces el camino más eficaz y corto para obtener un resultado, en un contexto donde lo político y lo económico gravitan, no siempre, de una manera favorable.
De ahí el valor de la muestra estática y dinámica que se desarrolló en la Escuela Militar de Equitación en la Guarnición Campo de Mayo (Buenos Aires), en la que se desplegaron jeeps Mercedes Benz (MB) 230G BM7 y MB 230G BM10, camiones de carga UNIMOG 416, Vehículos de Combate (VC) M-113 y la versión modernizada del TAM (Tanque Argentino Mediano).
Los nobles jeeps multipropósito MB 230G (la G es por Geländewagen – Vehículo todoterreno), entraron en servicio en el Ejército Argentino, en el año 1980 luego de dos años de rigurosas pruebas de selección. Se estima que la meta final era incorporar 2.500 unidades pero solo se terminaron materializando un lote inicial de 1.000, el resto quedaron pendientes de arribar por el inicio del conflicto bélico por nuestras Islas Malvinas en 1982. Hoy día se mantienen operativos unos 700.
El MB 230G BM7, que formó parte de la muestra, fue concebido para moverse en terrenos barrosos o con nieve. Queda a las claras su ámbito de despliegue al observar su particular sistema de rodamiento, que incluye cuatro orugas de caucho sintético con tres telas interiores de poliéster, tacos internos de tracción y guiado reemplazables en material plástico anti desgaste (lo que implica que la rueda dentada de la oruga queda ubicada en el mismo punto original del vehículo y apoyada sobre el suelo). Por su parte, para facilitar las tareas de mantenimiento, se modificó el sistema de encendido y el de alimentación empleando piezas del mercado local.
En tanto, el Jeep MB 230G BM 10 fue transformado para su empleo como vehículo de exploración, con capacidad para cuatro efectivos armados con fusiles de asalto (armamento portátil liviano), de preferencia el Fusil de Asalto Liviano (FAL), calibre 7,62 x 51 mm, para el que cuenta con un sistema de sujeción especial (lo que otorga un plus de comodidad al personal). Incluye, como armamento de apoyo, una ametralladora MAG, también calibre 7,62 x 51 mm, montada sobre un afuste que le permite girar a 360°. Además se incrementó su autonomía y la capacidad de sortear terrenos pantanosos e intransitables. De este modelo existe una variante que cuenta con protección metálica extra: reja en el parabrisas y una importante estructura tubular que rodea al chasis.
En cuanto al camión de carga de 1,5 toneladas UNIMOG 416 de Mercedes Benz, las tareas de mantenimiento fueron realizadas en las instalaciones del Batallón de Arsenales 601 “Sargento Mayor Esteban de Luca” del Ejército Argentino, donde desde hace más de una década se ocupan de esta tarea dado que cuentan con personal especializado.
Actualmente, el Batallón de Arsenales 602 lleva adelante el Programa de Reparación, Modernización y Conversión de los VC M-113. Los vehículos que ingresan al programa son desensamblados integralmente y se reemplazan todos los componentes necesarios de manera que las prestaciones sean similares a las salidas de fábrica. Otra tarea que se realiza es la incorporación de tecnología avanzada como equipos de comunicación de última generación, equipos de visión nocturna pasivo para el conductor, GPS y lanza fumígenos.
Por último, en la actualidad el TAM se encuentra en proceso de modernización y actualización bajo la denominación de TAM 2C, lo que le permitirá contar con equipos de última generación para la adquisición de blancos, defensa electrónica, comunicación y autonomía de su torre, además de poder contar con un mantenimiento integral de 3er nivel de su batea o chasis. Vamos a ampliar sobre este tema.
Lejos de caer en una postura de resignación ante aquello de “realidad mata expectativa”, los hombres y mujeres que integran las diferentes instancias de nuestras fuerzas armadas, bajo el paraguas administrativo y de decisiones del Ministerio de Defensa, salen a enfrentar los sinsabores de lo presupuestario con empuje y un muy inteligente manejo de recursos (escasos, siempre escasos), respaldado desde hace unos años por la iniciativa legal, que forma parte del planeamiento estratégico, materializada en la Ley 27565 que norma el Fondo Nacional para la Defensa (FONDEF). Una ley, sancionada en el año 2020, que apuesta a reactivar la industria de la defensa argentina sustituyendo las importaciones, generando el desarrollo de proveedores y la inserción internacional de la producción local de bienes y servicios especializados en la materia. Elemento legal que sustenta dos importantes resoluciones que pautan un régimen de Offsets dirigido a empresas extranjeras y un Programa de Desarrollo de Proveedores de la Defensa (PRODEF).
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