Incrementar la vigilancia y el control de los espacios aéreos, terrestres y marítimos, es una de las tareas esenciales de las fuerzas armadas de nuestro país. Con ese ánimo es que se desplegaron unidades de IA-63 Pampa III en el sur del territorio argentino.
Los aviones de la Fuerza Aérea Argentina operan desde la Base Aérea Militar en Río Gallegos, provincia de Chubut, bajo el mando del Centro de Operaciones Aeroespaciales Merlo (COAEM), ubicado en la localidad homónima bonaerense. El COAEM concentra la cobertura obtenida de los sensores ubicados en la provincia de Santa Cruz y la Isla Grande de Tierra del Fuego.
Argentina Vuela fue una verdadera fiesta
El Pampa III es una versión mejorada del IA-63 Pampa, una aeronave de entrenamiento y de ataque ligero creada en la década de 1980 por la entonces Fábrica Militar de Aviones (FMA) con asistencia de la empresa alemana Dornier Flugzeugwerke (hoy día perteneciente al grupo empresario aeroespacial y de la defensa, estadounidense, M7).
La versión III del Pampa fue desarrollada por la Fábrica Militar de Aviones “Brigadier San Martín” (FAdeA), ubicada sobre Ruta Nacional 20 en las afueras de la ciudad de Córdoba.
La misión de patrullaje aéreo es ejecutada por el Comando Conjunto Aeroespacial, responsable de la conducción de la defensa de nuestro cielo las 24 horas los 365 días del año.
Para aumentar la efectividad de las tareas asignadas en el Atlántico Sur, desde finales de mayo se incorporó en la ciudad de Rio Grande en Tierra del Fuego el RPA-170M, un radar táctico de defensa aérea 3D de mediano alcance de última generación transportable, que tiene un desempeño excelente en una amplia gama de escenarios, aún en condiciones muy adversas. A todo esto, se suma un avanzado sistema de comunicaciones que contribuye de manera vital al dispositivo de seguridad.
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