En el ámbito militar, del país que sea, todo se sintetiza en siglas. Algunas de ellas complejas y muchas veces difíciles de dilucidar, pero es una necesidad que los hombres y mujeres de armas necesitan incorporar, con el fin de lograr la tan necesaria síntesis en el terreno para el cual se preparan: la guerra o, desde hace varias décadas, las operaciones de mantenimiento de la paz e imposición de la paz a través de Naciones Unidas, cuando no la asistencia ante catástrofes de diferente tipo.
En este caso la sigla, alfanumérica, es C5ISRTA (Comando-Control-Comunicaciones-Computación-Ciberdefensa-Inteligencia-Reconocimiento y Adquisición de Blancos). Con la indicación de C5 se sintetiza la incorporación de los cinco planos esenciales en el ámbito operacional.
Dicho de una manera simple, comando y control se refiere a las capacidades que tiene un comandante o varios (estado mayor) para hacer llegar sus órdenes a determinadas unidades desplegadas en un campo determinado. Así como permitir, dentro de esta intrincada red operacional integrada, espacios comunicacionales específicos, de ser necesarios independientes: comandante y su estado mayor, jefe de unidad y plana mayor, jefe de subunidad y, finalmente, la fracción mínima constituida por un jefe de sección con sus hombres.
El Ejército Argentino cuenta con un plan de Investigación y Desarrollo (I+D) que, justamente, pone el acento en la adquisición de nuevos conocimientos para desarrollar sistemas de comando y control de los operativos, comenzando por los utilizados en el adiestramiento militar (simuladores, por ejemplo).
Los más modernos sistemas de comando y control están conformados por cuatro componentes: comunicaciones, redes, hardware y software. Cada uno de estos ítems, vale subrayarlo, impacta de una manera positiva en la economía local mediante la convocatoria de pymes que presentan sus propuestas.
Dentro de la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DIGID) existe el Centro de Investigación y Desarrollo de Sistemas Operacionales (CIDESO), que representa la capacidad del Ejército para el desarrollo de sistemas de uso operacional y de adiestramiento. Allí se encuentran en constante evolución el SITEA (Sistema Integrado Táctico del Ejército Argentino), SATAC (Sistema Automatizado de Tiro de Artillería de Campaña), SIPAAC (Sistema de Puntería Autónoma de Artillería de Campaña) y BV (Sistema de Simulación Batalla Virtual).
Por ejemplo, el SATAC tuvo su primera experimentación en el terreno, en diciembre de 2020, con el Grupo de Artillería 7, en el campo de instrucción "Salinas del Bebedero" (San Luis), posteriormente vinieron otras pruebas de fidelidad y robustez en otras partes de nuestro territorio.
El fortalecimiento del ejercicio de las funciones de comando y control, significa incrementar la velocidad de respuesta de los sistemas de armas, movilidad, dispersión y precisión. De igual manera se incorporan recursos basados en la simulación que permiten reflejar en el gabinete la nueva realidad de los diferentes escenarios operacionales.
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