El consumo de combustible depende, en buena medida, de la conducta de
manejo de quien esté al volante. Si se avanza rápido hacia los
cambios superiores, baja la cantidad de revoluciones del motor, y con
ello el gasto de combustible. Se puede reducir así hasta el 25 % del consumo y de la emisión de gases tóxicos. En las siguientes situaciones conviene seguir estos consejos para lograr EL objetivo:
- Ante el semáforo rojo: dejar rodar el auto sacando el pie del
acelerador. Así se interrumpe la inyección de combustible. Sacar la
marcha hacia el punto muerto tan tarde como sea posible.
- En pendientes: también aquí es conveniente dejar rodar el vehículo
para no consumir combustible.
- En el tránsito urbano: vale la pena llevar a tiempo la caja de
velocidades a las marchas superiores. Los autos modernos permiten
circular en la ciudad en quinta o sexta. Hacerlo a bajas
revoluciones no daña el motor. Pasar a las marchas superiores permite
ahorrar combustible.
- En atascos: si el auto no cuenta con un sistema Start/Stop es útil
detener el motor en tiempos de espera de más de 20 segundos. Una hora
de motor en marcha en punto muerto equivale al consumo de un litro de
combustible.
- Carga: todo peso adicional aumenta el consumo. Por
cada 100 kilogramos es de alrededor de 0,3 litros. Por tanto, es en función
del ahorro sacar los restos de la última excursión o de las compras del baúl.
Grandes consumidores de energía como el aire acondicionado y la
calefacción deberían utilizarse sólo en la medida de lo estrictamente necesario.
Comentarios