Muchas personas salen de vacaciones con su propio automóvil y algunas,
incluso, lo hacen con un coche eléctrico. Todo un desafío. Una
estación de carga defectuosa puede poner en riesgo cualquier viaje y
desesperar a más de un viajero.
Kurt Krautgartner logró superar una serie de obstáculos para desandar
los aproximadamente 3.400 kilómetros que separan Austria de Marruecos
y volver. El viaje duró tres semanas, y los preparativos mucho más. El austríaco comenzó a preparar el trayecto unas cuatro semanas antes de la
partida. Su conclusión es: “Viajar en coche eléctrico significa
planificar”.
La ruta es bastante más complicada que con un vehículo de gasolina, ya
que es decisiva la autonomía del automóvil eléctrico y la red de
estaciones de carga. ”El centro y norte de Europa está bastante bien equipado con puntos de recarga”, señala Krautgartner, quien destaca sobre todo la oferta
en Noruega y en Holanda. En estos países hay más de 180 estaciones
públicas por cada 100.000 habitantes. En cambio en Alemania, por el mismo número de habitantes hay sólo 25 puntos de recarga.
En el sur de Europa la situación es mucho más difícil: ”al sur de
Barcelona se empieza a complicar. Y también Italia está desierta de
recargas eléctricas”, añade. Krautgartner no tuvo inconveniente en viajar desde su ciudad natal Gschwandt, en Austria, hasta Génova. Pero no logró llegar a Venecia
debido a la falta de estaciones de carga. Por lo tanto, cada ruta,
sin importar en qué país, debe investigarse individualmente.
El año pasado, Suiza instaló a lo largo de los 1.600 kilómetros que
recorren la carretera panorámica Grand Tour of Switzerland 200
estaciones para automóviles eléctricos. Una gran parte de Suiza es
ahora accesible gracias a esta iniciativa. En Alemania y en muchos otros países europeos faltan estaciones de carga rápida, que son particularmente importantes para los viajeros.
”No sólo se requiere un coche eléctrico con suficiente autonomía sino
también una extensa red de carga rápida con tiempos de recarga
cortos”, apunta Nicole Sohnrey, responsable del sector de viajes por
carretera de la empresa de turismo Tui. En una estación de carga rápida, las baterías eléctricos se recargan casi por completo en 30 a 40 minutos. Por la
misma cantidad de carga y un alcance de aproximadamente 200
kilómetros se requieren más de diez horas en un enchufe doméstico. ”Cuando se hace un viaje largo, la idea es cubrir ese trecho de una sola vez y no varias veces. Las paradas de recarga son molestas”, dice Krautgartner.
Por otro lado, los viajeros con autos eléctricos también tienen que
lidiar con las estaciones de carga. Muchos proveedores exigen un
registro, a menudo incluso semanas antes del viaje. Pero, una vez
hecho esto, no significa que todo funcione sin problemas en los
puntos de carga. Los cargadores pueden estar ocupados o defectuosos,
o bien hay dificultades para establecer la conexión con el automóvil.
Dejar el auto en casa y alquilar uno eléctrico en el lugar de destino
no es sencillo. Las grandes compañías que se dedican a esto ofrecen autos eléctricos o lo hacen sólo a pedido. En Alemania se están estableciendo pequeñas empresas de alquiler de coches que se han especializado en vehículos eléctricos, cubriendo
así la baja demanda actual. Posiblemente ese país no logre, sin
embargo, el objetivo de poner en la calle un millón de autos
eléctricos hasta el año 2020. Aún no se percibe el gran auge del automóvil eléctrico.
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