Aunque se trata de un caza de cuarta generación, el JAS 39 Gripen está muy cerca de convertirse en el nuevo avión de guerra de la OTAN, en caso de aceptar la invitación para sumarse, a la mencionada alianza internacional.
Si bien actualmente el JAS 39 cuenta con dos modelos -las series C y E-, a finales del pasado mes de mayo el gobierno sueco anunció que la serie C entraría en un proceso de actualización para que los primeros dos modelos puedan seguir en servicio, al menos hasta el año 2035.
Originalmente, este avión fue diseñado para reemplazar las variantes de los aviones de combate Saab 35 y Saab 37 de la Guerra Fría, construidos en la época en la que la preocupación por el poderío militar soviético estaba muy latente en Suecia.
Así fue que tras evaluar una serie de aviones extranjeros existentes, incluidos los cazas estadounidenses F-16 Y f-18, el Parlamento sueco decidió, en junio de 1982, continuar con el proyecto nacional que se cristalizó con la fabricación del JAS 39 Gripen, un avión de combate Mach 2 de ala delta y canard propulsado por un motor turbofán Volvo con postcombustión.
“El JAS 39 Gripen es la columna vertebral de las Fuerzas Armadas suecas en la actualidad y lo seguirá siendo durante muchos años más”, comentó Jonas Hjelm, jefe del área de negocio de Aeronáutica de Saab.
Esta flamante incorporación de la OTAN posee un alcance de hasta 3.200 kilómetros, en tanto que puede volar a una altitud de 15.240 metros.
Mientras el primer vuelo inaugural tuvo lugar en diciembre de 1988, el JAS 39 Grispen se sumó a la Fuerza Aérea sueca en el año 1997, contando hasta el presente con una flota de 74 unidades.
En tanto que en 2016 se produjeron un total de 158 unidadeS que fueron exportadas a diferentes países del mundo, como Brasil, Hungría, República Checa, Sudáfrica y Tailandia.
Además, la Escuela de Pilotos de Pruebas del Imperio del Reino Unido también opera estos poderosos aviones en calidad de entrenamiento.
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