Instaurado por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) cada 24 de octubre se celebra el Día Internacional contra el Cambio Climáticos, uno de los mayores desafíos que afronta el mundo entero de cara a su supervivencia.
Si bien es cierto que el cambio climático es un proceso natural que se debe desarrollar con el correr de los años, la cada vez mayor contaminación ambiental generada por numerosas actividades humanas han incrementado, de manera alarmante este proceso que, de no ponérsele un freno en el corto plazo puede llegar a provocar la muerte de millones de especies que habitan el planeta, incluido el ser humano.
El principal contribuyente del cambio climático es el efecto invernadero que es generado por diferentes tipos de gases, entre los que se destaca el dióxido de carbono (CO2), cuya liberación si bien es considerada por los especialistas como natural y adecuada para la supervivencia de muchas especies terrestres, desde la época de la industrialización la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) liberados al ambiente ha superado con creces los niveles de los últimos 3.000.000 de años.
Los países más enemigos del Cambio Climático
Según un estudio elaborado por la ONU, los países más contaminantes del mundo son, por cantidad de emisiones: China, Estados Unidos, la Unión Europea, India, Federación Rusa y Japón, en tanto que los miembros del G20 –los países con las economías más ricas del planeta entre los cuales se encuentra la Argentina—generan el 75% de los gases de efecto invernadero de todo el mundo.
Si bien el informe señala que en el caso de América Latina, la Argentina, Brasil y México son grandes responsables de la emisión de 75% del total del planeta, un estudio elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).afirma que la región emite menos de 10% del total de emisiones tóxicas a la atmósfera.
“Si bien las emisiones per cápita de estos países representan un tercio de las emisiones de Europa o Estados Unidos, es especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático debido a su situación geográfica y climática, su condición socioeconómica, demográfica e institucional y la alta sensibilidad al clima de sus activos naturales, como los bosques y la biodiversidad”, indica la CEPAL.
Entre los principales efectos negativos ocasionados por el cambio climático se destacan el aumento del nivel del mar, el cambio en la estructura de las lluvias, el derretimiento de los glaciares, las modificaciones en las regiones agrícolas –el 30% del territorio de América Latina y el Caribe, 576 millones de hectáreas, constituyen las reservas de terreno cultivable más grandes del mundo y el cambio climático afecta los ciclos de cultivo y sus rendimientos–, y la reaparición de enfermedades que parecían estar definitivamente erradicadas en todo el mundo.
El estudio advierte que el cambio climático también modifica la humedad del suelo, lo que, a su vez, incide fuertemente en la disponibilidad de agua para el consumo humano y en las actividades económicas, como la agricultura y la industria. Tal es así que la región ha perdido 96.000.000 de hectáreas de sus bosques en los últimos 15 años debido a la actividad humana.
“Para lograr un desacoplamiento entre las emisiones y el nivel de desarrollo de la economía es necesario adoptar medidas que contribuyan a disminuir la demanda de energía y a cambiar las fuentes de energía”, concluye el informe.
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