En el año 1571 el entonces virrey del Perú, Francisco Alvarez de Toledo designó había designado gobernador de la provincia de Tucumán con el objetivo que fundara una ciudad-fortín frente a los pueblos originarios en una zona entre el sur de la actual provincia de Salta y el norte de la de Santiago del Estero.
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Pero Cabrera, que había sido nombrado en reemplazo de Nicolás Carrizo desobedeció las órdenes de Toledo y, el 6 de julio de 1573 fundó la ciudad de Còrdoba, a la postre, la capital de la homónima provincia mediterránea argentina, a la que bautizó Còrdoba de la Nueva Andalucía, en homenaje a la tierra natal de los padres de su mujer cordobesa que había fallecido poco tiempo antes.
El acto fundacional tuvo lugar a orillas del río Suquía, más precisamente en un sitio llamado Quizquizacate, que en lengua sanavirón significa “encuentro de los ríos”, donde actualmente se encuentran las barrancas del Barrio Yapeyú.
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Si bien tuvo que pagar con su vida semejante acto de desobediencia al virrey, Cabrera dejó como herencia la creación de un centro de importancia decisiva en el desarrollo del futuro Virreinato del Río de la Plata y luego como centro clave del pensamiento y la cultura a través de la Universidad de Córdoba, la primera en la actual Argentina.
En el documento de la fundación figura el plano con el modelo del fuerte para la defensa del Real Ejército de su Majestad, ante el peligro de un posible ataque de los pueblos indígenas.
Pero, si bien el sitio era el más indicado para establecer un fuerte, no lo era para levantar una ciudad debido, fundamentalmente, a que la altura entorpecía enormemente el riego, se sufría la molestia de los vientos y el transporte se hacía muy dificultoso.
Por estas razones, el 11 de julio de 1577 el asentamiento fue trasladado un cuarto de legua aguas arriba, sobre la margen derecha del mismo río, a una zona mucho más saludable y más ancha.
Hasta su traslado en 1577, la vida urbana tuvo por escenario el amurallado recinto del fuerte que era la residencia permanente de todos los pobladores y que, según los historiadores, habría estado ubicado en la actual intersección de las avenidas 24 de Septiembre y Patria, en el Barrio Yapeyú, contiguo a la barranca meridional que mira al Barrio San Vicente.
El sitio escogido para el levantamiento de la nueva traza brindaba gran protección y reparo ya que estaba rodeado por los ríos Suquía y La Cañada y flanqueado por las barrancas tanto del sur como del norte.
Las primeras agrupaciones indígenas que habitaron el lugar fueron trasladadas a varias leguas de distancia, donde actualmente se levanta el Barrio Alberdi y gracias a esa localización entre los cursos de agua y las barrancas, comparables a las murallas defensivas de las ciudades europeas, es que Córdoba conservó en un ámbito muy contenido sus actividades durante casi estos más 448 años de vida que está celebrando en el día de hoy.
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