Bajo la gobernación de Dardo Rocha, el 3 de julio de 1883 se fundó la ciudad bonaerense de Pehuajó, a la vez que en esa jornada histórica se aprobaron los planos para la parcelación de solares quintas y chacras y se nombró al agrimensor José Palacios para que se hiciera cargo de su ejecución.
Si bien la palabra Pehuajó significa “estero profundo” en idioma guaraní, hay historiadores que afirman que el nombre fue elegido en memoria a la Batalla de Pehuajó que se llevó a cabo en la región con la participación de Dardo Rocha.
En estas tierras donde pasaron pueblos originarios como los araucanos o los ranqueles, el impulso de Rafael Hernández, hermano de José, el creador del Martín Fierro, fue clave ya que, en los primeros años posteriores a su fundación, Rafael, por entonces senador provincial, intervino para que los pobladores no perdieran sus tierras.
Según la historia, José eligió ese lugar para establecerse como agricultor en la Colonia Nueva Plata que, actualmente, es una de las localidades del partido justamente en homenaje a su hermano.
Además, en esa zona se levantó la casa de campo “El Tata” que perteneciera a Rafael y en la que se guardaron durante muchos años los originales de su obra cumbre. Esas circunstancias, entre otras, llevó a los lugareños a bautizarla como “Pago hernandiano”
Una ley sancionada el 16 de agosto de 1871 constituye el primer antecedente de la fundación de Pehuajó, ya que establecía la reserva de lotes de 16 leguas cuadradas cada uno “con destino a la fundación de pueblos y ejidos en los parajes que designe el Poder Ejecutivo”.
En tanto que el 24 de noviembre de ese mismo año, el entonces gobernador de Buenos Aires Emilio Castro decidió aplicar la ley, reservando las tierras que actualmente forman esta importante ciudad bonaerense que pertenece al partido de 9 de Julio.
La llegada del tren al distrito en 1889 fue clave para su desarrollo demográfico y económico. De hecho, en su momento llegó a contar con cinco líneas ferroviarias, con siete ramales y 24 estaciones, la misma cantidad que hay desde Pehuajó hasta la ciudad de Luján-
Mas allá de sus numerosos atractivos culturales y naturales, la ciudad mundialmente conocida gracias a María Elena Walsh y a su simpática “Tortuga Manuelita”, se distingue por una característica muy singular: todas sus plazas y calles céntricas llevan el nombre de poetas nacionales de distintas épocas.
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