Preocupados por el gran crecimiento que viene registrando en los últimos años en el parque náutico de Rosario, Santa Fe, varios kayakistas se han unido para reclamar a las autoridades locales que implementen todas las medidas necesarias que les aseguren poder navegar de manera segura por el río Paraná, de cara a la próxima temporada alta de verano que se avecina.
Según fuentes del sector, actualmente, en la franja del río Paraná a la altura de la ciudad de Rosario y sus alrededores, hay cerca de unas 30.000 embarcaciones que están alojadas en 15 clubes y en 16 guarderías náuticas.
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“Se trata de un universo muy diverso, donde conviven 6.100 lanchas, 7.500 yates y unos 15.000 kayaks, estos últimos de gran crecimiento y de los cuales no hay un número consistente, ya que muchos de ellos se guardan en domicilios particulares”, explicó Augusto Robert, referente de la actividad náutica rosarina e integrante de la Multisectorial de Deportes Náuticos, en una entrevista radial con Sí 98.9. de Rosario
“Mucha gente accedió a la lancha a motor de golpe, trasladan la vorágine de la ciudad al río y quienes andamos en kayaks por el río la estamos pasando mal, porque no sabemos cuándo nos atropellan”, explicó quien, además, integra la Asociación Argentina de Remo (AAR)
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Según denunció el especialista, hay una total falta de controles de velocidad en el curso de agua y la situación es tan extrema que “se ha visto en videos cómo las motos de agua navegan a más de 130 kilómetros por hora en el canal principal, así como también en los riachos internos en la zona de islas. Incluso, estos videos son promocionados por concesionarios náuticos, lo que es una apología al delito”.
Por último, al ser consultado sobre el preocupante incremento en la cantidad de accidentes, señaló que tanto en su caso como en el de sus colegas ya están trabajando en el tema para tratar de encontrarle una rápida solución.
“Si bien durante la pandemia el tránsito en el río bajó considerablemente, la vuelta tras las aperturas fue caótica. Las motos de agua están volando entre los kayaks y los botes de remo y eso se debe a la total falta de control que existe sobre el tema”, concluyó.
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