En una jornada histórica para los amantes del automovilismo, el sábado16 de noviembre de 1901 se llevó a cabo, en el Hipódromo Argentino ubicado en el por entonces pueblo porteño de Belgrano, -en las actuales Av. Libertador y Monroe-, la primera carrera de autos de la Argentina.
En esa competencia, de la que participaron siete autos, se impuso Juan Cassoulet con un Rochester a vapor, empleando 49 segundos para recorrer los 1.000 metros de la pista del antiguo hipódromo, que actualmente se sitúa en el barrio porteño de Palermo, con una velocidad promedio de poco mas de 73 kilómetros por hora.
Tras esa histórica carrera que marcó a fuego la historia del automovilismo en la Argentina tuvo lugar una segunda competencia , con peso libre, sobre una distancia de 3.000 metros de la que participaron solo dos contrincantes: el barón Aarón de Anchorena y Marcelo Torcuato de Alvear, quien se tomó desquite del tercer puesto que había logrado en la anterior competencia al ganar el duelo.
Aquella calurosa tarde de noviembre, el antiguo Hipódromo abrió sus puertas bien temprano para recibir a la selecta y numerosa aristocracia porteña que se había dado cita en el lugar llevada por la gran curiosidad que le generaba presenciar la primera carrera de autos que tenía lugar en el país.
El histórico evento estuvo organizado por la Sociedad de Damas de Caridad, por lo que todo el dinero que se logró recaudar fue donado al Instituto Siglo XX que, entre tantas otras tareas benéficas, estaba a cargo del funcionamiento y del mantenimiento de un asilo de ancianos.
Además de la ruidosa ovación que recibió por parte de la multitud presente, entre la cual había una gran cantidad de mujeres, Cassoulet se hizo acreedor a una exclusiva cigarrera que actualmente se encuentra exhibida en el Museo Juan Manuel Fangio, ubicado en la ciudad bonaerense de Balcarce.
Insólitamente, apenas Cassoulet apagó el motor y se bajó del auto ganador, éste comenzó a prenderse fuego, por lo que, rápidamente, apagó la llave de paso del combustible, retiró los inflamables almohadones de los asientos y procedió a apagar el fuego.
“Me ensucié un poco la ropa, pero salvé la galera”, comentaba, por entonces, Cassoulet, quien iba a inscribir su nombre en la historia del automovilismo nacional al convertirse en el ganador de la primera carrera de autos de la Argentina de la cual hoy se cumplen 120 años.
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