Un equipo internacional de investigadores, liderado por el paleontólogo argentino del CONICET, Diego Pol, descubrió, en el yacimiento de fósiles conocido como “El Tranquilo”, en la provincia de Santa Cruz, 80 esqueletos de dinosaurios pertenecientes a la especie “Mussaurus Patagonicus”, antecesora de los grandes dinosaurios herbívoros de cuello largo que habitaron la Tierra hace aproximadamente unos 192 millones de años.
Según el estudio que fue publicado recientemente en la revista Nature, serían los primeros fósiles conocidos de este sauropodomorfo primitivo, en tanto que entre los esqueletos encontrados, había pichones, adolescentes de un año, sub-adultos, como así también varios dinosaurios adultos.
Si bien tanto los primeros restos de huesos fosilizados como de nidos que se descubrieron en El Tranquilo tuvieron lugar durante una campaña paleontológica liderada, en la década del `60, por el mundialmente reconocido paleontólogo argentino José Bonaparte, las expediciones que se realizaron posteriormente a ese valioso sitio arrojaron resultados sorprendentes.
“Este era el sitio de nidificación donde encontramos más de 100 huevos de dinosaurios, algunos con embriones fosilizados, y más de 80 esqueletos, incluyendo pichones recién nacidos, juveniles de 1 año de edad, sub-adultos de alrededor de 5 años y adultos de más de 10 años”, comentó Pol, quien desde hace 15 años estudia los or principal del estudio.
La ruta argentina de los dinosaurios
“Es un lugar que interpretamos como una colonia reproductiva, donde se congregaban año tras año todos estos animales en la época de reproducción, y, luego de estudiar los sedimentos, pudimos inferir que el sitio elegido se ubicaba en las cercanías de un lago seco”, agregó.
Tanto el gran número como el muy buen estado de conservación de de todos los huesos les permitieron a los científicos obtener detalles únicos acerca del comportamiento gregario de estos milenarios habitantes de la Tierra. Otro hecho que les llamó poderosamente la atención a los especialistas es que los esqueletos no estaban distribuidos azarosamente, sino que, curiosamente, estaban agrupados de acuerdo a su edad.
Había 11 esqueletos recostados unos sobre otros, mostrando que los jóvenes Mussaurus estaban juntos como en muchas especies sociales. Mientras los esqueletos de los pichones recién nacidos que caben en la palma de una mano se encontraban en las cercanías de los nidos, por su parte, los huesos fósiles de los dinosaurios adultos y subadultos, que llegaron a pesar 1.500 kilos, fueron encontrados, de a pares o solos, en las inmediaciones del yacimiento.
“Mussaurus pertenece a la primera radiación exitosa de dinosaurios herbívoros y ya tiene un comportamiento social sofisticado. Observamos que esto ocurrió en una latitud bastante alta, incluso para el Jurásico temprano, que nos está indicando probablemente una estacionalidad muy marcada”, explicó Pol.
“Probablemente, en climas estacionales, estos grandes herbívoros necesitaban moverse para conseguir el suficiente alimento, y la coordinación de movimientos dentro de la manada requeriría este comportamiento social complejo. Estos factores tendrían que haber sido clave para el éxito de los grandes herbívoros de cuello largo”, concluyó.
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