Ubicado en la zona más estrecha de la península de Sinaí, Egipto, y conectando el mar Mediterráneo con el mar Rojo, el canal de Suez fue pensado y construido para convertirse en la gran zona de paso obligada en las rutas comerciales entre Europa y Asia.
Así, la construcción de esta mega obra de la ingeniería mundial permitió reducir notablemente el tiempo de viaje por mar entre el Viejo Continente y sus colonias en Asia al sustituir la ruta que anteriormente pasaba por el cabo de Buena Esperanza y que rodeaba la totalidad del continente africano.
Después de sortear muchos obstáculos, finalmente, el 30 de noviembre de 1854, y gracias a la gran amistad que había tenido durante su infancia y gran parte de la adolescencia con el por entonces virrey de Egipto, Said, el diplomático y poderoso empresario francés Ferdinand de Lesseps logró que el gobierno de ese país le otorgara la concesión para excavar el canal. En tanto, a principios de 1858, la sociedad privada Compañía Universal del Suez, de la que formaba parte Lesseps, logró reunir el dinero para construirlo y explotarlo.
Cinco años más tarde, precisamente el 29 de diciembre de 1863, los egipcios consiguieron abrir el primer tramo de lo que hoy en día es el canal de Suez, una vía de navegación que en la actualidad tiene 163 kilómetros de largo que unen el mar Mediterráneo con el mar Rojo. Finalmente, el canal se inauguró y se abrió oficialmente a la navegación internacional el 17 de noviembre de 1869, con un festejo que incluyó un gigantesco baile al que asistieron más de 6.000 personas, entre ellas la esposa del entonces emperador francés Napoleón III, Eugenia de Montijo.
Mega obra arquitectónica
Localizado en una zona estratégica, es el canal más largo, hasta el momento, que puede ser ampliado, y su profundidad aumentada, en el momento que sea necesario.
Se extiende entre el Puerto de Said (en el mar Mediterráneo), y concluye sobre el Mar Rojo, en el Puerto de Tawfig (cerca de la ciudad de Suez) y es la vía fluvial que hace posible pasar directamente de uno a otro mar, atravesando el Golfo de Suez, sin tener que bordear el continente africano, como lo hacían los barcos dos siglos atrás cuando deseaban ir de Europa a Asia o viceversa.
A lo largo de sus 163 km. de extensión, el canal realiza un recorrido que se aproxima a una línea recta hasta el lago Timsha. Desde allí, mientras un corte lleva hasta los Lagos Amargos (Bitters), otro llega hasta el Golfo del Suez. Debido a la estrechez del mismo, gran parte de su extensión cuenta con una sola dirección, aunque existen zonas más anchas para que se crucen los barcos.
Mientras tras la nacionalización del Canal de Suez, en 1956, la Compañía Universal y la Comisión Consultiva dieron paso a la administración egipcia, que con el tiempo creó la Suez Canal Authority, después de las ampliaciones que sufrió en 2009, el Canal de Suez pasó a tener una amplitud de entre 300 y 365 metros, permite un calado máximo de 20 metros y, como consecuencia de la construcción del puente de la Libertad, alcanza una altura máxima de 68 metros.
En la actualidad, cerca de 20.000 barcos atraviesan sus aguas cada año, con cargas entre 300 y 400 millones de toneladas. Este canal tiene también una gran importancia debido al petróleo que hay en el golfo Pérsico ya que el traslado del combustible hacia el este de Europa se hace a través de esta exquisita obra de ingeniería que, según datos oficiales, le aporta unos 5.000 millones de dólares anuales a Egipto, una cifra por demás importante para ese país que, en los últimos años, ha visto cómo tanto el turismo como las inversiones extranjeras se han desmoronado fuertemente.
Galería de imágenes
Comentarios