Varias regiones del mundo se volverán totalmente inhabitables en las próximas décadas como consecuencia de las olas de calor que cada vez serán más frecuentes e intensas, según señala un reciente informe elaborado conjuntamente por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja, por la Media Luna Roja (FICR) y por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Por ello, los mencionados organismos convocaron a todas las naciones a prepararse de la mejor manera para evitar un importante número de muertes a través de inversiones sostenidas en el tiempo que permitan atenuar el impacto del cambio climático.
“Existen límites a partir de los cuales los seres humanos expuestos a un calor y humedad extremos no pueden sobrevivir, y a partir de los cuales las sociedades no son capaces de adaptarse. Las olas de calor podrían alcanzar y superar esos límites fisiológicos y sociales en las próximas décadas, sobre todo en regiones como el norte de África y el sur y el suroeste de Asia, lo que derivará en grandes sufrimientos y pérdidas de vidas humanas a gran escala, movimientos de población y a una mayor agravación de las desigualdades", reza el comunicado.
"No queremos dramatizar la situación, pero los datos muestran claramente que el futuro es muy sombrío", agrega el informe que fue difundido a menos de un mes de la Conferencia Anual de la ONU sobre Cambio Climático (COP27) que se celebrará en Egipto.
En uno de los puntos más sobresalientes, el estudio da cuenta de que en casi en todos los territorios en los que existen estadísticas disponibles las olas de calor constituyen el peligro meteorológico más mortífero, fenómeno que se volverá cada vez más letal a medida que se acentúe el cambio climático.
“Las olas de calor ya han provocado algunas de las catástrofes más mortíferas jamás registradas: la ola de calor que azotó Europa en 2003 dejó más de 70.000 muertos, en tanto que la canícula que vivió Rusia en 2010 mató a más de 55.000 personas”, recordaron los expertos.
Además, advirtieron que las tasas de mortalidad vinculadas con el calor extremo serán cada vez más altas, “comparables, en magnitud, con todos los cánceres para finales de siglo".
El informe también resalta que en lo que va del presente año, regiones y países enteros del norte de África, Australia, Europa, del sur de Asia, de Oriente Medio, así también como China y el oeste de Estados Unidos ya han sufrido temperaturas récord, lo que convierte al calor extremo en un "asesino silencioso cuyos efectos van a amplificarse, creando inmensos desafíos para el desarrollo sostenible del planeta y provocando nuevas necesidades humanitarias”.
Ante este panorama muy poco alentador, los tres organismos internacionales que elaboraron el informe, instaron a los gobiernos de todo el mundo a realizar importantes inversiones, de manera urgente y sostenidas en el tiempo, con el objetivo no solo de intentar reducir el fuerte impacto del cambio climático sino, también, ayudar a la adaptación a largo plazo de las poblaciones de los países más vulnerables, ya que, según estiman, el número de personas pobres que viven en condiciones de calor extremo en zonas urbanas aumentará un 700% para 2050, especialmente en África occidental y en el sureste asiático.
“Es fundamental reconocer los límites de la adaptación al calor extremo, ya que algunas medidas, como el aumento de los sistemas de climatización, son muy costosas, consumen mucha energía y no son viables a largo plazo, al contribuir de por sí al cambio climático. Tenemos que reducir de forma agresiva las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que, sino, el planeta se enfrentará a niveles de calor extremo inimaginables hoy en día", concluye el informe.
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