Desde el número uno, en octubre de 1972, el creador y director de Weekend, Alberto Fontevecchia, tiene en claro que la fotografía desempeña un papel fundamental en la comunicación. Se puede hablar de un buen atardecer, un gran dorado, la transparencia de las aguas al bucear o una pared rocosa empinada, pero nada mejor que verlos.
Nolberto “Pichi” Fernández fue el primer jefe del Departamento Fotográfico de la, por entonces, Ediciones Fobera, que luego se transformó en Editorial Perfil S.A. Fernández se dedicó también a la edición de historietas y falleció hace apenas un par de años. Lo acompañaban, cámara en mano, Andrés Setué Carmona (maestro de fotoperiodistas), Eliseo Potente y Miguel Ángel Cuarterolo, quien se transformaría en un notable editor gráfico y conservador y difusor de la historia de las imágenes. Como se aprecia, el hecho de que la revista tratara sobre pasatiempos no implicaba que eligiera fotógrafos del montón, fiel a su futura línea de medio siglo de trabajo.
Justo es decir también que muchos de los colaboradores periodísticos obtenían las fotos para sus propias notas. Algunos fueron perfeccionando con el tiempo el arte de dejar plasmada una escena. Consideren que no existía la fotografía digital y recién se veía lo que se había logrado cuando se revelaba y, muchas veces, se utilizaban diapositivas que, si bien mejoraban la calidad de impresión, tardaban días en estar reveladas y luego había que mirar los detalles con un cuentahílos sobre una placa iluminada desde abajo.
Un buen ejemplo de perfeccionamiento fotográfico lo dio Rafael Guglielmi. La prolijidad y los colores llamativos en la ropa, la ubicación de distintos elementos en el cuadro, el ablandar la rigidez del que posaba y hacer reír a los protagonistas mirándose entre sí -cuando se trataba de dos personas-, son algunas de las características de sus fotos en las notas de pesca que escribió entre 1975 y 2000. Alejandro Inzaurraga fue su fotógrafo en los últimos años y prosiguió con esa cuidadosa concepción de la imagen.
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Desde 1977 la revista acogió avisos de algunas cámaras de fotos y realizó concursos de fotografía, como aquel de 1984 donde, además del susodicho Fernández fueron jurados otros prestigiosos fotógrafos de Weekend: Rudy Hanak, Isidoro Rubini, Guillermo Gruben, Héctor Maffuche, Ricardo Alfieri, Héctor Villoldo, César Cicchero, Eduardo Grosman y Alfredo Nardini.
También aparecen, aunque aisladamente, notas técnicas y consejos sobre cómo lograr las mejores placas para los aficionados que practicaban distintos deportes, incluyendo la más técnica fotografía subacuática.
La lista de fotógrafos en cinco décadas es interminable porque, además de las múltiples disciplinas de la revista (la fotografía atraviesa todos los temas), la gran expansión de la editorial con varios títulos permitía tener siempre a disposición de los periodistas un grupo de profesionales dispuestos a salir a tomar frío, calor, sol, lluvia o lo que fuera con tal de dejar el mejor registro para los lectores. Pero fueron sin dudas Alfredo Nardini y Juan Ferrari los más afines para las producciones.
Ya con las redes sociales, en la última década, también se animó a los seguidores a que compartieran sus mejores fotografías y obtuvieran premios. La inserción de la cámara en los celulares revolucionó este campo y exige cada vez más la calidad fotográfica del mensuario que tiene el privilegio de poder estar en donde muchos quieren estar para tomar esa foto tan soñada.
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