“Camping” se llama la revista que editorial Códex publicó hasta poco antes de que apareciera Weekend en octubre de 1972. El título, si bien acotado, ya que trataba todos los clásicos temas que heredó esta última, muestra la importancia que tenían por entonces las tiendas de lona y sus cultores que se diseminan por todo los rincones turísticos de la Argentina como manchas anaranjadas en el paisaje verde.
Carpas de techo: campamento sobre ruedas
No es extraño, entonces, que desde el primer número de Weekend, aparezcan muchísimas notas, inicialmente firmadas por Edmundo Aguiar y Santiago Johnson, con gráficos de Omar Cetrángolo. Conforme al propósito que el mensuario tendrá durante el próximo medio siglo, los artículos son detalladamente informativos. Solo a título comprensivo, podemos dividirlos en dos grandes grupos: equipos y lugares.
El primero incluye numerosas notas que van desde la mismísima tela de la carpa pasando por sobretechos, pisos, estacas, sogas y todo lo que se necesita para vivir la experiencia de acampar, como cocinas, faroles, garrafas, linternas, platos, vasos, tenedores, cuchillos, ollas, sartenes, parrillas, bolsas de dormir, colchones y colchonetas, abrigos…
4 lámparas recargables para ir de camping
El segundo grupo incluye la copiosa información sobre sitios donde acampar y abarca desde los campings organizados, algunos de gran calidad, hasta sectores libres donde no existe más que la voluntad de estar en soledad y libertad, insertos en la naturaleza. En varias notas se aconseja cómo superar felizmente los riesgos que implica este estilo de vida: ofidios, insectos, temporales, exceso de sol son algunos de los motivos presentes.
El primero de estos lugares relevados aparece en el segundo número de la revista: Lima, en el kilómetro 100 de la Ruta Nacional 9. Para el verano inmediato se publica un informe con todos los puntos de la Costa Atlántica donde poner la carpa, como Áfrika, Coyote o California en Villa Gesell, o El Búho, La Arboleda, Cumaná o el Automóvil Club Argentino en San Clemente, dos de los clásicos balnearios que visitan miles de campamentistas, resignando la comodidad de un hotel pero ahorrando muchos pesos.
Con una nota sobre cómo armar una carpa, Roberto y Ricardo Martín se suman a los especialistas en 1975, mientras siguen surgiendo artículos de importancia, como el agua o el botiquín. Hojear las más de mil notas escritas sobre este tema permite conocer los avances en materiales técnicos que se presentan en su máxima expresión en las dedicadas al campamento de altura.
A partir de la década de 1980 comienza a publicarse la Guía de Campings que hasta la actualidad sigue siendo uno de los productos más consultados por los lectores. En 1985, por ilustrar un caso, aparecen 420 lugares donde acampar en todo el país, con todos los servicios que el usuario requiere.
Y actualmente, desde esta web, se revelan todas las novedades del rubro, nuevos gadgests y las restricciones o los reglamentos que empiezan a entrar en vigencia.
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