Sin dudas, el deporte del arco y la flecha, sea en su forma competitiva o como simple pasatiempo individual, era apreciado por muchos argentinos en 1972, cuando inicia su vida la revista Weekend. Desde el primer número de aquel mes de octubre, nombres como Lidia Caggiano, el doctor Miguel Alejandro Copello o el ingeniero Osvaldo Lazzaron (fallecido a mediados de 2020 cuando había pasado los 90 años), son comunes durante varios años en las notas e información suelta de arquería.
Cómo cazar perdices con arco y flecha
Hacia finales de ese período inicial, organizado por la Asociación Argentina de Arquería (AAA) se celebra el primer Torneo Nacional de Arquería Ciudad de Buenos Aires, un buen motivo para desarrollar en distintas entregas de Weekend las diferentes exigencias de equipos y preparación que demandaban estas disputas, divididas en categorías Damas y Caballeros, y Libre e Instintivo.
En el primer decenio de la revista, Miguel Izaguirre es el principal especialista y escribe numerosos artículos sobre elementos, técnicas, preparación mental y física, entre otros temas. Al deporte se lo consideraba una filosofía de vida y, por tanto, no son extraños los conceptos éticos y sicológicos.
Sorprende una tapa: en octubre de 1972, el famosísimo actor Juan Carlos Altavista no aparece vestido con su clásico personaje, Minguito Tinguitella, sino con un arco y flecha. En la nota donde se lo entrevista manifiesta su pasión por este pasatiempo. Tampoco faltarán, en otras notas, las evocaciones legendarias sobre dos personajes míticos del arco y la flecha: Guillermo Tell y Robin Hood.
Es la época (marzo de 1974) en la que el auge de este deporte conduce a la fundación de la Federación Argentina de Tiro con Arco, que contaba con un campo propio en la Avenida del Tejar 4.500 (actual Parque Sarmiento sobre la avenida Balbín), en el barrio porteño de Saavedra.
Las flechas demandaron varias notas en los comienzos: el material con que se las construía (madera o aluminio); los distintos usos, como tiro al vuelo, al blanco, pesca, caza de animales grandes o pequeños; los filos y su cuidado…
Como sucede con el tiro con armas de fuego, la arquería es de los poquísimos pasatiempos que, en su versión fuera del área competitiva (ambos están incluidos hasta en los Juegos Olímpicos), la revista le ha dado cabida en distintas décadas presentando, en muchos casos, las innovaciones en materiales para arcos y flecha que la tecnología va aportando. También es de los pocos en que en las tapas se incluyeron chicas, fugaces apariciones en la búsqueda de lectores en los inicios del mensuario.
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