Debido a la cuarentena por el coronavirus, por dos semanas los argentinos tenemos que salir de casa lo mínimo y necesario, lo que nos obliga a prescindir de salir a andar en bicicleta. Para aquellos que la viven como un verdadero deporte y necesitan salir a rodar varias veces a la semana, existe una forma para seguir pedaleando desde la comodidad de nuestro hogar: el rodillo.
Un rodillo para bicicleta es una elemento muy útil para realizar entrenamientos en días de lluvia o cuanto estamos imposibilitados de salir de casa, ya que nos permite mantener fija la bici en el lugar mientras pedaleamos. Existen varios tipos, cada uno con diferentes características y rangos de precio.
Rodillos magnéticos
Es uno de los rodillos más comunes y fáciles de adquirir en el mercado, debido a que tiende a ser el más económico. Se caracterizan por ser estructuras metálicas rígidas, la mayoría plegables, que cuentan con un sistema de rodillo con imanes y un ventilador para generar resistencia al pedaleo.
Los imanes se pueden regular según cada modelo, aunque en general ofrece una sensación de andar poco realista, que se nota en la resistencia y en que nos casaremos más rápido. Sus mayores contras radican en que son muy ruidosos y desgastan mucho la cubierta de la rueda trasera.
Rodillos fluidos
También conocidos como rodillos “con fluido”, son muy fáciles de confundir con los rodillos magnéticos. Más allá de las similitudes externas, este tipo de rodillo se caracteriza porque la resistencia se regula a través de la intensidad de pedaleo y la relación de los cambios.
En vez de imanes, la resistencia al pedaleo se realiza gracias a un fluido (puede ser aceite) que se encuentra al lado del propio rodillo. Esto le permite un andar muy silencioso y una sensación mucho más realista. Pero al igual que los magnéticos, suele gastar mucho la cubierta de la rueda trasera, además de que su precio tiende a ser bastante más alto.
Rodillos de transmisión directa
Su funcionamiento es el mismo que el de un rodillo fluido, solo que para utilizarlo hay que sacar la rueda trasera de la bicicleta y enganchar la cadena directamente al rodillo. Esto brinda una sensación sumamente realista de andar, además de que la rueda trasera no sufre ningún desgaste.
Es un elemento bastante costoso y que es muy utilizado por los equipos profesionales de ciclismo para realizar las entradas de calor previas a una competencia.
Rodillos de equilibrio o rulos
Este tipo de rodillo es muy particular, ya que no ofrece mucha resistencia, pero es muy útil para entrenar el equilibrio y la técnica, ya que la bicicleta no se encuentra fija sobre el dispositivo, sino que se mueve sobre los rodillos al pedalear.
Al principio es un poco difícil de utilizar, pero una vez que uno lo domina, se encuentra con una herramienta que le otorga un plus de dificultad y le permite alcanzar cadencias muy altas de pedaleo. Su andar es silencioso, realista y está disponible en una amplia variedad de precios.
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