A 65 años de su primer vuelo, el U-2 todavía sigue siendo el mejor avión espía del mundo. En una era donde los drones y los satélites parecen que van a reemplazarlo, esta ya leyendaria aeronave sigue operando y realizando funciones que ninguna otra aeronave puede igualar.
El U-2 es todo un ícono de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y una de las aeronaves más difíciles de volar, por algo se ha ganado el apodo de “La Dama Dragón”. Puede alcanzar una altitud superior a los 21.300 metros, donde debe desarrollar misiones de varias horas y a con un margen de velocidad sumamente reducido, lo que lo vuelve sumamente exigente para los pilotos.
Aun así, su capacidad para operar en la estratosfera de esta manera lo vuelve una aeronave muy difícil de igualar. Desde ya, su diseño es muy particular. Su fuselaje es muy delgado y tiene un largo de 19 metros, mientras que sus alas tienen una extensión que se acercan más a las de un planeador que a las de un avión a reacción.
Es común ver su exterior equipado con diferentes tipos de protuberancias o pequeñas antenas, estos son sensores, radares, cámaras fotográficas y equipo de comunicaciones que utiliza durante las misiones.
Por más que haya nacido bajo el contexto de la Guerra Fría, lo cierto es que el U-2 todavía sigue dando un importante servicio. Actualmente se lo utiliza para interceptar voz o texto, captar señales electrónicas, tomar fotografías e imágenes digitales.
Además, ahora también es utilizado para retransmitir datos. Al volar tan alto, casi siempre está en una posición perfecta para retransmitir información desde el campo de batalla hasta el cuartel general.
En estos momentos hay 31 aviones U-2 operativos en la Fuerza Aérea de Estados Unidos, los cuales están a punto de ser sometidos a una actualización que podría mantenerlos en el aire durante otros 30 años.
Fuente: BBC News.
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