Aprender a usar los cambios es algo fundamental cuando empezamos a andar en bicicleta. A simple viste puede parecer una mera cuestión de apretar o empujar palancas para hacer más o menos fuerza en los pedales, pero la realidad indica que saber utilizarlos como corresponde nos hará mejores ciclistas… mucho mejores.
Encontrar tu nivel
Más allá de la combinación de platos y piñones que utilices en cada momento, es fundamental adecuar la transmisión a tu nivel, es decir, utilizar aquella que te permite rodar de forma ágil, asegurando una buena cadencia de pedaleo.
No sirve de mucho un pedaleo lento que te haga estallar las piernas. Ya sea que estés subiendo o bajando, siempre hay que enfocarse en mantener una buena cadencia de pedaleo, que puede subir o bajar de acuerdo a la situación, pero que siempre debe reflejarse en un movimiento fluido de las piernas.
Conocer tu cadencia
Una vez que ya rodamos haciendo foco en la cadencia, es importante que empecemos a conocerla, a identificarla y comprenderla. Utilizar dispositivos que nos digan nuestras RPM (repeticiones por minuto) es una gran ayuda, pero si no disponemos de este tipo de asistencia, tenemos que asociar el nivel de cadencia con el esfuerzo que realizamos.
Básicamente es un proceso de autodescubrimiento, donde debemos ir percibiendo qué cadencia es la mejor con cada configuración de platos y piñones, y esta con qué situación, si estamos subiendo, bajando, recuperando o en un sprint.
Cómo cambiar
Un buen cambio entre piñones o platos implica reducir al mínimo la tensión en el sistema y especialmente en la cadena. Si cuando hacemos un cambio escuchamos un fuerte ruido metálico, claramente no estamos haciendo las cosas bien.
Para evitar la tensión podemos aflojar el pedaleo en el momento justo que metemos el cambio. Aquí es clave aprender a encontrar el momento justo para hacer un cambio, no solo para evitar la tensión, sino también para no perder cadencia en el pedaleo. Esta debe mantenerse siempre fluida.
Saber anticiparse
A la par de lo dicho en el punto anterior, encontrar ese momento justo de cambio implica estar atento a la ruta y prever cuándo vamos a tener que cambiar de piñón o plato. Por ejemplo, si vemos que se viene una subida, debemos prepararnos para cambiar justo antes de entrar. Si decidimos cambiar de plato en medio de la subida, seguramente terminemos al costado de la ruta, con las manos llenas de grasa acomodando la cadena.
Comentarios