Monday 16 de September de 2024
ARMAS | 01-09-2024 19:00

Calibre .38 SPL: vigente desde fines de 1800

Cuáles son las características y virtudes que hacen que un calibre se mantenga vivo por más de 120 años. Cómo evolucionó. Cuáles fueron los primeros modelos más representativos.

Esta nota pretende aportar algunos datos sobre el popular calibre .38 y un breve análisis de las razones por las cuales sigue vigente en todo el mundo. No es un estudio completo del cartucho, sino una ayuda con información precisa para quienes desean más información sobre él.

El cartucho .38 Special (o .38 S&W Special, o también 9x29 mm R) fue introducido en 1898 como reemplazo del ineficiente .38 Long Colt, luego de su fallido empleo en las Filipinas. Inicialmente estuvo cargado con pólvora negra, pero al año de su introducción las fábricas comenzaron a comercializarlo cargado con propelente sin humo.

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Desde 1920 hasta la década de 1990, este calibre fue ampliamente utilizado por departamentos de policía en muchos países. El motivo de tantos años en uso se debe particularmente a la evolución de sus prestaciones, en la medida que fueron desarrolladas cargas y puntas cada vez más efectivas en poder de detención. Hoy en día, muchos policías y agentes de distintas áreas los siguen empleando tanto en armas de uso diario como de back up. 

Respecto de su empleo en las fuerzas armadas, Estados Unidos y otros países lo utilizaron en las dos guerras mundiales, la de Corea y en Vietnam. Cabe destacar que se usó tanto en armas provistas como en las personales (llevadas por los combatientes o enviadas a ellos por sus parientes). Los pilotos de aeronaves militares tuvieron siempre predilección por portar revólveres en este calibre.

En los polígonos

El .38 Spl fue desde sus comienzos un clásico en los calibres para tiro deportivo. Su retroceso moderado permitió el desarrollo de una categoría mundialmente conocida como FBI (además de otras), vigente en la mayoría de instituciones de tiro de la Argentina. En esta actividad se suelen emplear puntas de plomo de 148 grains tipo Wadcutter, las que cortan el cartón de los blancos como un sacabocados, de ahí su nombre en inglés.

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En cuanto a su aplicación a la caza, cargado adecuadamente es capaz de abatir piezas medianas. Dicho esto, conozco casos de pobladores de campos que, con recargas fuertes y puntas fundidas de 158 grains (de buena dureza) y de formato Semi-Wadcutter, han abatido jabalíes con impactos en la cabeza. No ocurre lo mismo cuando se emplean municiones tradicionales de punta redonda de plomo antimonioso y 158 gr, las que se suelen resbalar por la superficie craneal de esos animales, sin lograr penetrarla. De todos modos, no es un calibre que pueda recomendarse para piezas de caza mayor y no debería utilizarse para este fin. 

Aplicaciones en defensa

Las cargas modernas del .38 Special son en general satisfactorias para la defensa personal. Si se trata de las variantes +P o +P+ (con cargas mayores de propelente y presiones superiores desarrolladas) con proyectiles de punta hueca, las prestaciones para este uso son mucho mejores. Las mencionadas fueron desarrolladas para departamentos de policía de los EE.UU. Se debe tener en cuenta que estas cargas de mayor presión no deben ser disparadas en revólveres de fabricación antigua y sólo se deben emplear en armas en las que el fabricante indique su uso seguro. Para tener una noción aproximada de las velocidades, la munición estándar .38 Spl promedia unos 800 pies/seg en cargas modernas, en su configuración +P y +P+ varían entre 940 y alrededor de 1.130 pies/seg. Comparado con el poderoso .357 Magnum (evolución directa del .38 Spl), tiene dos ventajas: su menor retroceso y no producir un severo traumatismo acústico en caso de dispararse en situación de defensa en ambientes cerrados. 

Recarga

Este calibre es ideal para recarga. Su vaina recta y su reborde simplifican las tareas al trabajar con ella. Con el entrenamiento adecuado, cualquier recargador medianamente hábil podrá lograr recargas de buena performance. El cartucho.38 Spl requiere de un cierre positivo de la vaina sobre la punta, en la canaleta correspondiente. Si esto no se realiza, se corre el riesgo de que las puntas se desplacen longitudinalmente, generando fallas como consecuencia del retroceso al disparar. Las cargas pueden variar desde las de polígono hasta las de mayor rendimiento, con distintas pólvoras que puedan obtenerse (algo complicado hoy en día para los recargadores argentinos). Las vainas son de fácil obtención y, al dispararse en revólveres, su recuperación está asegurada. Este calibre se carga con fulminantes tipo Small Pistol, los que también se producen localmente. Las pólvoras de FM indicadas para estas recargas cumplen bien su función, lo mismo la W231, por mencionar alguna importada. Hay producción local de puntas cobreadas o pintadas y existen proveedores de moldes para su fundición, lo mismo que los tráfiles correspondientes en .357” (su diámetro nominal) y .358”.

Las armas

El primer revólver en .38 Spl fue el Smith & Wesson Hand Ejector, también conocido inicialmente como Military & Police y, a mediados del siglo XX, como Modelo 10. Este revólver fue y sigue siendo un ícono de la marca y del calibre, y fue utilizado por décadas como revólver policial, militar y para defensa por civiles. También fueron fabricados por la marca Colt los modelos Police Positive y Official Police, de 2” y 6 tiros, el Detective Special totalmente de acero; y los Cobra y Agent, de aleación más liviana. Infinidad de revólveres españoles se hicieron en este calibre, copia de los dos modelos principales de las marcas americanas. Luego se agregaron otros fabricantes como Ruger, Charter Arms y algunos más. 

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Una pistola semiautomática, la Smith & Wesson Modelo 52 de competición, se recamaró para el cartucho .38 Spl Wadcutter. Muchas otras armas monotiro, de dos cañones, tipo Derringer, entre las cortas, se fabrican recamaradas para el .38 Spl. Por su parte, se ofrecen carabinas y fusiles de repetición en este calibre. En ellas, la performance mejora bastante, pudiendo los proyectiles desarrollar cerca de 1.350 pies por segundo. Otra ventaja de esta munición es que puede dispararse en casi todas las armas calibre .357 Magnum sin ningún inconveniente, más allá de limpiar bien las recámaras y alvéolos en los revólveres luego de utilizarse. 

Conclusiones

El cartucho .38 Spl es más relevante hoy que en cualquier punto de su historia previa. De hecho, la gran variedad de municiones para distintas aplicaciones lo hacen súmamente versátil. Si usted está buscando un calibre adecuado para defensa y de fácil obtención de municiones e insumos de recarga, el .38 S&W Special es, sin duda, el calibre. 

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Hernán Rodríguez

Hernán Rodríguez

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