Seguramente usted se habrá preguntado por qué no abundan los rifles semiautomáticos en los calibres de fuego anular superiores al .22 Largo Rifle (.22 Magnum y .17 HMR). La respuesta a su interrogante es: porque construirlos de tal forma que funcionen correctamente es dificultoso. Y más aún en el último de los cartuchos mencionados. Los motivos los podemos encontrar en los siguientes factores: 1) una vaina más larga que el .22 LR, 2) una presión superior y 3) paredes delgadas de la vaina.
Armas largas y cortas: cómo domar el retroceso
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El .22 LR tiene una vaina relativamente corta que facilita su extracción de la recámara en los rifles semiautomáticos, mientras que tanto en el .22 Mag como en el .17 HMR su vaina de mayor longitud y una presión muy superior (en el orden de los 26.000 psi) se combinan con el escaso espesor de las paredes de la vaina y, como es de suponer y hablando en criollo…, se agarran en la recámara.
Lo antedicho, con el agregado del particular reborde de cantos redondeados de los cartuchos de fuego anular, ocasionan que los rifles semiautomáticos necesiten un muy eficiente acerrojado con su sistema de extracción. Claro está que en un rifle de accionamiento manual no existen estos inconvenientes, ya que usted accionará el cerrojo luego de que la presión de la combustión de la pólvora sea nula, mientras que en un semiautomático el cerrojo utiliza parte de la fuerza de esos gases para abrirse, pero recién cuando la presión ha descendido como para no crear problemas.
La conclusión es que cuando un rifle no cumple con las expectativas, el fabricante de armas normalmente culpa a la compañía de municiones. Por el contrario, si un cartucho no funciona en determinada arma, el fabricante de municiones apunta su dedo al de armas. La Savage Arms fue adquirida en el año 2013 por Alliant Techsystem, y esta última por el grupo Vista Outdoor, que es a su vez propietario de Federal Catridge. Por lo tanto, ya no existe discusión sobre si la culpa de un mal desempeño es del arma o de la munición. Por lo menos… entre esas marcas.
Los nuevos rifles
Los ingenieros de Savage elaboraron una solución para sus nuevos rifles –A 22 y A 17–, que consiste en un cerrojo que permanece completamente cerrado el tiempo suficiente para que la presión baje a niveles seguros, mediante un sistema de retardo totalmente mecánico. Como ya es casi norma en Savage, también vienen equipados con la cola de disparador denominada Accu Trigger, regulada de fábrica con un peso mínimo necesario para accionarla, por lo que como medida de seguridad extra trae el llamado Accu Release. Un artilugio consistente en una aleta sobresaliente, la que al estar totalmente presionada permite que el dedo tome contacto con la cola del disparador, la que no podrá ser accionada sin que esa aleta quede al ras.
De líneas modernas, idénticas entre el A 22 y el A 17, posee una culata de material sintético negro. Su cañón es de acero al carbono con estriado realizado mediante el sistema de Button Rifled, y su particular cerrojo está terminado con un cromo duro.
No posee aparatos de puntería metálicos, por lo que es necesario montarle una mira óptica.Su cargador de quita y pon tiene capacidad para 10 cartuchos y es rotativo, similar al utilizado por los Ruger 10/22.
Un seguro externo pasante –en el arco guardamonte– traba tanto al percutor como al Accu Trigger. Una característica de estos Savage es que el cerrojo no queda abierto luego del último disparo, pero sí tienen una tecla que permite trabarlo en esa posición en forma manual. El disponer de un arma precisa y fiable, que nos permita efectuar disparos en secuencias rápidas y en calibres tales como el .22 Magnum o el .17 HMR, es algo muy apreciado por los cazadores de presas pequeñas y medianas. Los nuevos Savage modelos A 17 y A 22 poseen tales características. Por lo que seguramente pronto los veremos recorriendo nuestros campos y –por qué no– en los polígonos.
Nota completa publicada en revista Weekend 538, julio 2017.
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