La ola polar afecta la pesca de pejerreyes en las lagunas
Aunque para muchos la búsqueda del flecha de plata es sinónimo de bajas temperaturas, las constantes heladas están complicando los rindes en muchos ámbitos.
Por Jorge Virgilio
Las primeras imágenes que se me vienen a la mente de mi niñez pescando pejerreyes tienen en todas unas bufandas, un viejo camperón y un buen fuego. Aquellas salidas a lagunas de la zona de Benito Juárez, como La Salada o El Chifle eran en pleno invierno, con temperaturas bajo cero y con una abundancia de peces increíble. Eran tiempos que no se respetaban las cuotas como hoy se hace, y aún así, el pique era fenomenal. Vaya a saber qué pasó en el medio, porque cambiaron los hábitos de los peces, si son las siembras o la presión del pescador, pero, más de 30 años después, los resultados no son los mismos. Cuando las heladas son consecutivas, el pique desaparece, y eso es lo que está pasando en este inicio de julio 2024 en muchos ámbitos.
Según señalan, hablando de la especie más popular de los pejerreyes, el Odonthestes argentinensis, es un pez de “aguas frescas” y no frías. Es decir, que, pese a que su pesca la asociamos al invierno, es clave medir que grados tiene el agua para saber si van a estar activos o remisos. Los más experimentados hablan que si el agua baja de los 10°C, el pejerrey estará muy esquivo, hallando más actividad al mediodía, cuando se calienta un poco el agua. En verdad, con un agua entre 10 y 15°C, nos encontraremos con condiciones óptimas para pescar en todo lugar. Todo lo contrario, en verano, si pasa por encima de 18 a 20° C la temperatura de la masa líquida, su alimentación sustituta, como son las mojarras o nuestros filetes, pasen a segundo plano ya el plancton en abundancia de los distintos espejos de agua hará que el pejerrey se encuentre recibiendo mucha comida (zooplancton) con solo filtrar agua con sus branquias.
Esta situación la hemos notado en los últimos días en algunas lagunas. Por caso, el fin de semana muchos aficionados se congregaron en Goizueta, un ámbito aledaño a Tres Arroyos, con un picadito que no se lograron capturas. Lo mismo pasó en Tandil, en el lago que se ubica en el medio de la ciudad, buena cantidad de pescadores intentaron sin éxito lograr alguna pieza en el interno del club local. Estos son ámbitos de poca profundidad, pero también pasa en lagunas hondas como La Brava, el pintoresco espejo que se ubica cerca de Balcarce y que dio, en el interno del domingo, piezas a 33 de los 120 cañófilos que intentaban la pesca embarcados. Aunque hubo otros escenarios de mejores rindes, en general se notó una merma en los resultados piscatorios.
Mientras en el mar, con 10° C el pejerrey corno o manila encuentra su mejor hábitat, en las lagunas bonaerenses y del centro del país, como pasó en Córdoba, San Luis o La Pampa, habrá que tener paciencia a que pase la ola polar, y en tiempos de gastos importantes para salir a pescar, lo hagamos con pocas expectativas, sabiendo la chance del fracaso latente, o bien, esperar unos días que afloje el frío.
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