"Girá el volante a la izquierda... Frená... Ahora doblá todo a la derecha... Despacio... Mirá las indicaciones de mi mano...”, repetía una y otra vez Verónica Romaña, directora de Mainumby4x4, tras el avance de cada camioneta por las sierras de los comechingones, en Mina Clavero, Córdoba. La atención personalizada –uno a uno con señas y handie– es un privilegio para los conductores, porque aporta seguridad y confianza en terrenos trabados que demandan maniobras de precisión. Y eso no significa que haya que ser un piloto off road experimentado para poder sumarse a este tipo de aventuras familiares: cualquier persona que desee dar sus primeros pasos en el 4x4 puede participar de las travesías de esta empresa, porque las técnicas de conducción las enseña uno a uno, ventanilla por ventanilla, acorde a la experiencia del conductor, y la mecánica y electrónica de cada vehículo mientras rueda a paso de hombre.
Estrategia ensayada
La metodología de Mainumby4x4, entonces: pocas camionetas (máximo 8) en la caravana, paciencia para explicar, spottering (observación y guiada) preciso y buen diálogo para impartir confianza durante las maniobras. En el caso de ya conocer la técnica y no ser necesaria la asistencia de la organización, piloto y copiloto se coordinan entre sí y avanzan en la caravana por sus propios medios, aunque bajo el mismo lema grupal: “Entramos todos juntos, salimos todos juntos; si alguien se queda, todos nos quedamos a ayudar”.
Y así fue en esta ocasión, donde hubo un par de pinchaduras, una falla electrónica (“llave no reconocida”, indicaba un alerta en el tablero) y hasta hubo que desmontar un par de estribos, un accesorio que seguramente resulta muy útil en ciudad, pero que no es nada práctico en el off road, y mucho menos en la piedra, porque al hallarse bastante por debajo de los zócalos resta despeje y es lo primero que golpea o roza, lo que además de trabar el avance (el extremo delantero se calza contra la rocas) provoca un ruido doloroso e innecesario cuando, en realidad, a la camioneta no le pasa nada.
Para circular por las piedras tampoco es conveniente tener las parrillas de protección delantera, esos caños cromados que simulan un bumper, pero que no lo son. Lo mejor en estos casos es un paragolpe modificado o uno original de fábrica, ningún otro implemento que reduzca la distancia al piso y/o los ángulos de ataque, porque se precisa buen despeje del suelo. Si lo que se busca es proteger los bajos, equiparse con chapón y rocksliders (protectores laterales especiales para piedras: son más altos que los estribos y sus caños están diseñados con cierta inclinación hacia arriba). Si, además, vamos por un mayor despeje, entonces lo que hará falta será un kit de altura.
Off road por tierras comechingones
Los primeros dos días de travesía transcurrieron por Cañada Larga y Río Hondo, dos circuitos exclusivos de Mainumby4x4 en esta zona de Córdoba. Tierras que siglos atrás estuvieron ocupadas por los indios comechingones. Hay importantes hallazgos y vestigios (como cuevas, morteros y conanas) que pudimos observar. También un sitio de castigo o sacrificio, donde se cree que los enterraban de pie.
En ambas jornadas las distancias recorridas fueron cortas, pero las piedras se pusieron picantes: unas 7 horas por día para no más de 10 km. Si bien el circuito estaba trackeado, la idea fue –y siempre lo es– que todos los integrantes de la experiencia participen moviendo piedras, rellenando huellas, haciendo escalones, ensayando sus propias técnicas (desinflando más o menos libras las cubiertas, por ejemplo), picando filos, guiando a sus compañeros, colocando grilletes y eslingas, arengando las maniobras más difíciles... Básicamente, trabajando en equipo.
Si algo sobró, fue condimento off road (hasta una llovizna ocasional aportó su aderezo al disminuir la adherencia). Y esa es la idea: un recorrido polivalente, disfrutable tanto por el conductor avezado como por el que recién se inicia, donde puedan circular camionetas de todas las marcas con o sin equipamiento especializado y en el cual se integre a la familia, seguramente por eso asisten muchas parejas, varias con chicos.
Pero la travesía no es sólo andar por andar, sino andar para llegar... Llegar a esos sitios perdidos en la prístina inmensidad, a esos puestos serranos donde reciben al visitante apasionadamente, donde el humo de la chimenea o la fogata convocan a una buena charla, a empanadas fritas “dulces o saladas” recién salidas de la sartén, a una picada chuncana, un asadazo, un cordero al horno de barro o un plato caliente de locro, con tiramisú o lemon pie de postre y té de cominillo como bajativo. La gastronomía tiene un sabor diferente cuando es bien artesanal y se saborea debajo de los árboles, el sol, la luna y las estrellas.
Vadeo complicado
Para el tercer y último día dejamos el vadeo del río De los Sauces, camino de paso a la cola del dique La Viña. Un cauce que se forma por la unión de los ríos Mina Clavero y Panaholma, y que tras pasar los balnearios Elefante y Las Conanas comienza a ser bajo, sin ollas. Habrá unos 3 km hasta el puente San Sebastián... Y destaco “habrá” como expresión de deseo porque fue imposible llegar. La lluvia de los días previos había convertido la arena en un dorado y tramposo pantanal que chupaba a las camionetas.
Varias Toyota SW4 y una Ram colgadas obligaron a poner en acción todo el equipamiento disponible: dos malacates, tablas de desatasco, varias eslingas, grilletes convencionales y de plasma; palas, poleas de reenvío y hasta un ancla donde asir el cable del winch a falta de árboles al alcance. La calma y el trabajo en equipo nuevamente resultaron fundamentales para poder avanzar. No pasamos situaciones de peligro –sino todo lo contrario–, pero sí de mucho conocimiento en acción. Vivencias que quedan en la memoria y que cada tanto se evocan y comparten como un hermoso recuerdo: los inconvenientes son aventuras mal consideradas.
Al mediodía dejamos atrás el río para adentrarnos en los parajes Pozo del Algarrobo y Ojo de Agua por un camino de servidumbre de paso que no tiene mantenimiento. Traduzcamos al off road la frase “no tiene mantenimiento”: una huella cerrada que en algunos tramos la organización abrió a machetazos para que las camionetas no se rayaran con los espinillos; además, rocas sueltas, desniveles, cruce de ejes... Nuevamente el trabajo del spotter volvió a la acción.
Cuando llegamos al final de la senda, en la cola del dique La Viña, la mesa ya estaba servida para todos: el servicio de gastronomía de Mainumby4x4 nos estaba esperando con un humeante guiso de lentejas –ideal para matizar el frío–, una terrible picada y panqueques con dulce de leche de postre (un aplauso para Mariela, Esther, Estela y Daniel). Todos los viajes tienen destinos secretos sobre los que el viajero nada sabe, quizás por eso hay lugares donde uno se queda y otros que se quedan en uno.
PARA AGENDAR: Mainumby 4x4, travesías organizadas multimarca. Cel.: (011) 6036-1111, [email protected] | Facebook e Instagram: @mainumby4x4. Travesías familiares con alojamiento premium y gastronomía full. Próximos viajes: Dunas de Nihuil y Cuesta de los Terneros en septiembre, Desierto de Atacama en octubre, Cruce de la Cordillera de los Andes en enero.
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