Perros VIP: durmiendo en un hotel 5 estrellas con mi mascota

La cuarentena nos cambió de innumerables maneras. Entre otras cosas, al quedarnos en casa generamos otro tipo de relación con la mascota del hogar, antes acostumbrada a quedarse sola por varias horas y que, durante muchos meses vio invadido su espacio. Como los cuidados por la pandemia prosiguen, la propuesta de cambiar un poco de aire y descansar en familia en un sitio cercano está en primer lugar en la mente de los argentinos, lejos por ahora de los viajes a otros países, que además complican y encarecen el traslado de perros y gatos. Así que vivir la experiencia de alojarse en un hotel 5 estrellas para disfrutar de todas las comodidades y hacerlo junto al regalón de la casa, se convierte en una excelente solución. 
Para investigar los protocolos que se aplican al alojamiento en general, y al de las mascotas en particular, disfrutamos de la hospitalidad de Hilton Buenos Aires, ubicado hace 20 años en el corazón de Puerto Madero, un establecimiento pet friendly donde nos recibieron con amabilidad y un trato especial para la perra de la familia, Jun. 
Primero hay que destacar que, con excepción del gimnasio y la zona de pileta, el can puede andar y permanecer en todo el edificio sin que los dueños se sientan cohibidos por su presencia, y además recibe un trato preferencial. Para esto el personal del hotel tuvo una capacitación específica del gobierno porteño, como parte del programa Buenos Aires Amiga de las Mascotas. En el Hilton lo llaman VIP, Very Important Pets.

 
Procedimiento

Al llegar, antes de ingresar al edificio, se controla la temperatura de los humanos. En la recepción se hace el check in habitual, al que se suma como requisito presentar la libreta sanitaria del animal, que tiene que estar al día (la vacuna antirrábica es obligatoria por Ley Nacional 22.953), se le pide al dueño que firme un código de convivencia (según normas vigentes en CABA) donde se indica, por ejemplo, que el perro debe circular por las áreas públicas con correa y collar (o pretal), que debe cumplir con buenas condiciones de higiene y estar libre de ectoparásitos. Por el lado de los gatos, la circulación en aéreas públicas deberá ser en un bolso o caja transportadora.

El cuarto está disponible inmediatamente, con la sorpresa de incluir un sector en el piso con platos para agua y comida para el can (conviene que el dueño le lleve el alimento habitual), así como una manta que queda de regalo para la mascota, un kit de bienvenida del laboratorio especialista en cosmética y dermatología veterinaria Osspret y barras nutritivas Prix. Como las habitaciones son amplias (e incluyen pava eléctrica y elementos para preparar té y café así como frigobar), la convivencia se hace armónica, quedando en manos del huésped la limpieza de lo que haya ensuciado el animal y, desde ya, el oportuno paseo para que haga sus necesidades al aire libre. Ah, cuando salen del cuarto pero el perro queda adentro, hay que colocar un gracioso cartel de Pet in Room, avisando al personal pues la limpieza o reposición en estos casos se hace atinadamente solo cuando está el dueño presente.  
En palabras de Mariano Cannello, director de ventas y marketing de Hilton Buenos Aires, que nunca cerró sus puertas pese a la cuarentena, “algo que fue una ventaja desde muchos aspectos. Estamos trabajando con clientes del Interior y de Buenos Aires, que quieren hacer algo diferente al salir de la casa. Habíamos empezado con la incorporación de mascotas como huéspedes antes de la pandemia, en febrero de 2020. Nos adaptamos a lo que los clientes están buscando. Por eso creamos un programa especial con amenities en las habitaciones y un conserje dedicado a asesorar a los propietarios con espacios y comercios especializados en la zona. Incluso en la tienda se venden productos específicos. Tuvimos muy buena respuesta del público. Va despertando el interés de la gente. Estamos rompiendo con una barrera y va a llevar un tiempo que los dueños se animen a viajar acompañados por sus mascotas”.  

Cena acompañada

Cada huésped podrá hospedarse hasta con dos mascotas por habitación, ya sean perros o gatos, y pueden acceder a Alberto’s Lobby Bar y al restaurante El Faro, permaneciendo en áreas especiales indicadas por el personal. En nuestro caso, cenamos en Alberto’s junto a Jun, que estaba acostada a nuestro lado y hasta recibió unos snaks caninos que le encantaron. Realmente lo pasamos bien, relajados, comiendo tranquilos y disfrutando de un ambiente cálido y elegante. También desayunamos junto a ella en un sitio apartado del restaurante. En este caso, el animal debe quedar junto a la mesa mientras el humano va a buscar lo que quiera comer y tomar, con servicio asistido, y volver a la mesa. Todo muy post pandemia y regido bajo las reglas internacionales de la cadena. Aquí se incluye el estándar de limpieza y desinfección Hilton CleanStay a nivel global que, entre otras cosas, establece que la entrega de los utensilios y servilletas se hace embolsados individualmente y se reponen todas las veces que sea necesario. Asimismo, usan productos de limpieza de grado hospitalario y, una vez higienizado el cuarto, lo precintan para que sea el huésped el primero en ingresar. 
El resto es todo disfrute responsable teniendo en cuenta el marco en el que nos encontramos, con aforos acotados y pidiendo turno para ir a la pileta o al gimnasio, pero la mascota anduvo por todos lados, siempre con su correa y recibió un excelente trato.

Datos útiles

Hilton Buenos Aires: Macacha Güemes 351, CABA, Tel.: (011) 4891-0000, http://hiltonbuenosaireshotel.com/
Programa Mascotas VIP: doble con cama queen, $ 10.695 por noche; dos camas dobles (entran 4 personas) $ 14.978, vigentes hasta el 31 de marzo. Incluye check in a las 12, check out a las 15, desayuno en la habitación, kit de bienvenida, estacionamiento y wi fi. Exclusivo para residentes argentinos y permite modificación de fecha. 
Otras promos son; Pijamada Hilton ($ 27.410 para cuatro personas en dos habitaciones conectadas por noche), Fin de Semana Hilton (desde $ 8.499 + IVA por noche base doble, alojándose dos o más). A todos los precios hay que sumar el IVA.