Mendoza capital es hermosa, con 360 días de sol al año, esas acequias ancestrales que están en sus calles para conducir el agua del deshielo, el trazado post terremoto de 1861 con las cinco plazas (ubicadas estratégicamente para refugio en caso de sismo) y los viñedos que la rodean, promesa de disfrute y relax. Esta gran ciudad es un punto de partida sensacional para sumergirse en la cultura vinatera, pues las bodegas están muy cerca, se encuentran en los anillos que forman el Gran Mendoza: puede ser en Luján de Cuyo, Agrelo, Valle de Uco, Maipú… Incluso está el bus vitivinícola para probar de todo y no manejar en el regreso, que tiene diferentes recorridos según el día por un precio de $ 2.650 a 4.000, con la modalidad hop on-hop off.
La visita a la bodega boutique especializada en vinos de alta gama Sottano es un gran comienzo para meterse en el tema. Comandada por el histriónico Andrés Ridois, quien lleva 20 años en la industria, es la sede de la elaboración de los productos Sottano y Colosso Wines, además de los espumantes que se hacen en la cava personal de Ridois.
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Justamente este hombre abierto y dispuesto a compartir su conocimiento es el gran anfitrión de los deliciosos asados de bodega que se pueden disfrutar -con previa reserva- de lunes a viernes allí. Incluyen autoservicio de vino desde un expendedor especial, para que cada comensal lleve su copa, se sirva y vaya probando todas las variedades que allí se elaboran: excelentes blancos y tintos.
“Empezamos con la empresa en 2011 y adquirimos Sottano en 2017, por eso conviven las dos marcas -explica-. La primera cosecha de la bodega data del año 2005. Atendemos poca gente, unas 300 personas por mes. La parte champenoise la hago en mi casa”, explica Ridois. Y puedo confirmar que los espumantes (al igual que los vinos) son deliciosos. Ahora están sumando picnics glam, para grupos, en la que se selecciona el vino a tomar y entregan una parrilla Kamado para que se cocinen bifes a gusto protegidos por gazebos muy cómodos junto a la laguna del lugar. Se contrata por gazebo, para dos, seis u ocho comensales.
Las instalaciones de la bodega, todo de última generación, con toneles de acero inoxidable y la mejor tecnología, permiten preservar las cualidades de las uvas que se cultivan en su terroir. Esto los convierte en grandes productores de vinos y de blends. Así que la visita, y la degustación, también valen la pena.
Sottano está en Ruta Nacional 7 y, C. Costa Flores, Perdriel, Mendoza, Tel.: (0261) 15-231-1487.
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