Bariloche es atractiva todo el año, y durante la temporada baja, cuando llega el otoño, la ciudad se empieza a poner dorada. Además, entre marzo y junio la afluencia de turistas desciende hasta llegar a julio, en que se convierte en el paraíso para los amantes de la nieve y los deportes invernales. Por eso esta época del año es ideal para quienes buscan descubrir un costado diferente de la zona, sin las multitudes del verano, pero con la misma magia de siempre. Para aprovechar los próximos fines de semana largos y Semana Santa, así como las promociones de las aerolíneas low cost, tenemos una excelente oportunidad para disfrutar la ciudad favorita de los argentinos.

Con una oferta turística amplia y variada que incluye tanto hoteles cinco estrellas a hostels, pasando por restaurantes de lujo o bodegones tradicionales donde se puede comer bien y abundante, siempre tiene algo para ofrecer. Y no podemos olvidar que para Semana Santa el Centro Cívico se viste de Pascua con la Fiesta del Chocolate de manera totalmente gratuita. Para disfrutar en pocos días este otoño se recomiendan
- Circuito Chico y Circuito Grande, dos recorridos clásicos con vistas espectaculares.
- Ascenso al Cerro Otto o al Cerro Campanario, para contemplar panorámicas inolvidables.
- Visita al Cerro Catedral, un ícono del turismo en la región.
- Paseos en catamarán por los lagos Nahuel Huapi y Moreno, con salidas desde los puertos Pañuelo o Blest.
- Recorrido por Colonia Suiza, un rincón pintoresco con gastronomía típica.

- Excursión al Cerro Tronador, una maravilla natural.
- Tour por cervecerías artesanales, fábricas de chocolates y locales de ahumados.
- El infaltable paseo por el Centro Cívico, con la clásica foto junto a los perros San Bernardo y la oportunidad de comprar souvenires y chocolate.
¿Es necesario alquilar auto? ¿Adónde conviene alojarse?
Dependerá del tipo de experiencia que se busque y del presupuesto. Si se elije disfrutar del paisaje sin preocupaciones y escuchar las explicaciones de un guía, lo ideal es contratar excursiones organizadas, que cubren prácticamente todos los atractivos. Si en cambio el objetivo es tener mayor independencia, alquilar un auto es una excelente opción. Cabe destacar que el transporte público conecta con los principales puntos turísticos, por lo que también es posible moverse sin vehículo propio.
¿Alojarse en el centro o en las afueras? Nuevamente, dependerá de las preferencias. En el centro hay una gran variedad de hoteles y hostels de distintos niveles y precios, con la ventaja de tener todo a mano: comercios, restaurantes y vida nocturna. En las afueras están los mejores lugares para quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza, pues se ofrecen cabañas y otro tipo de alojamientos familiares. Se recomienda elegir las zonas cercanas a los lagos y montañas.

Un ejemplo es el complejo de cabañas Villa Labrador, ubicado a orillas del lago Moreno, en un extenso bosque de 9 ha. Desde allí, se pueden admirar vistas espectaculares de los cerros López y Goye, disfrutar de un asado al atardecer o simplemente relajarse con unos mates frente al lago. Desde este establecimiento destacan que, "además, las tarifas de las cabañas y los servicios en general son más económicas que en temporada alta, por lo que visitar Bariloche en esta época es un excelente negocio".
En definitiva, Bariloche es un destino que nunca defrauda. Ya sea en avión, en ómnibus o en vehículo particular, siempre es una gran elección; y fuera de temporada, con menos turistas y precios más accesibles, la experiencia puede ser aún más tentadora.
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