Todos celebramos el regreso al Aeroparque Jorge Newbery de los vuelos internacionales, un excelente acceso a países limítrofes para los residentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Con un aeródromo remodelado y ampliado por Aeropuertos Argentina 2000, el 15 de marzo de 2021 se inauguró la primera etapa, y en diciembre del año pasado se habilitó un nuevo Puesto de Inspección y Registro (PIR) de Partidas de vuelos nacionales. Este proyecto permite agilizar los controles y mejorar la experiencia de los pasajeros, haciendo más eficiente y fluido el ingreso a pre embarque. En septiembre de 2023 se inauguró la Etapa N° 1 de la Nueva Plataforma Norte para posibilitar el estacionamiento de dos aeronaves de gran porte o cinco de fuselaje angosto, gracias a su nuevo pavimento y diseño geométrico. Es el área de vuelos internacionales. Esto ha permitido que no sólo desembarquen en la terminal de CABA los que conectan con países limítrofes y, desde hace poco, con otras naciones.
Luego de que se lanzara la política de cielos abiertos del Gobierno Nacional, se han producido mejoras en la conectividad entre nuestro país y otras naciones. Así el Aeroparque Jorge Newbery tiene más vuelos regionales y de cabotaje gracias a la ampliación de operaciones habilitada recientemente. Cabe destacar que es el segundo aeropuerto más importante del país en cuanto a cantidad de pasajeros que transitan por él, históricamente se encontraba restringido para desarrollar en plenitud sus capacidades operativas pese a las ampliaciones recientes. Ahora, con la desregulación del transporte aéreo que tiene como objetivo de lograr la liberación de vuelos, el ingreso de nuevas líneas aéreas, facilidades para ampliar la oferta aerocomercial y fortalecer la seguridad operacional, se han sumado empresas internacionales como Gol o Latam que lo usan como nuevo destino. La terminal aérea se ha convertido en una importante plataforma de conectividad para quienes buscan una vía directa de acceso a la ciudad de Buenos Aires desde Lima, Santiago y Sao Paulo, como así también para los argentinos que desean conectar desde el centro de la ciudad.
Pero en la práctica todavía queda mucho por mejorar. Cuando se trata de vuelos internacionales, la exigencia es que los pasajeros se presenten tres horas antes del momento de la partida, entre otras cosas para completar el proceso de migraciones que registra el egreso del país de los pasajeros nacionales e internacionales. Los argentinos podemos aprovechar allí las terminales automáticas que agilizan bastante el proceso de salida y funcionan bien. Siempre hay personal del aeródromo dispuesto a asistir a quienes los usen. En cambio, los que optan por ser atendidos en las ventanillas de Migraciones deben enfrentar las colas, tanto residentes como los extranjeros.
Caos en migraciones de Aeroparque
Pero lo peor ocurre al regreso, de lo que podemos dar testimonio según lo vivido el sábado 22 de marzo a eso de las 20.30 en el regreso de un vuelo directo de Salvador de Bahía por Gol Linhas Aéreas. En ese momento convergieron cuatro (¡sí cuatro!) vuelos internacionales al mismo tiempo, lo que marcó que muchos viajeros tuvieran que hacer largas colas para registrar su ingreso al país: las colas interminables para locales y visitantes, con todas las cabinas operativas (que son pocas de todos modos) atendiendo con rapidez un trámite que muchas veces incluye a grupos familiares de cuatro o más personas. Pobres los extranjeros que provienen de países más ordenados que el nuestro; todos debieron perder al menos una hora para poder salir del área con el trámite cumplido y poder retirar las valijas despachadas, que los estaban esperando desde hacía rato en el carrusel correspondiente (de a dos vuelos en cada uno).

Llega una nueva low cost internacional al país
Para colmo las terminales automáticas estaban inactivas. "Estas ya no funcionan y se las van a llevar -explicó el empleado de Migraciones que atendió a quien firma este texto-. La semana que vienen van a venir los técnicos para habilitar las que ahora están iluminadas con luz roja". No quiero pensar lo que habrá sido durante el verano con tantos turistas yendo y viniendo en las vacaciones.
Parecería que Aeroparque todavía no está preparado para recibir en el área de vuelos internacionales a tanto público, y menos al mismo tiempo. Otro elemento en contra proviene de la búsqueda de un taxi para arribar a destino: en la parte de arribos nacionales hay gran cartelería que explica cómo solicitar uno habilitado, con gigantografías que exhiben un código QR con el que se cumple el trámite, para evitar el exceso de tarifa y asegurar que el transportista esté operando de manera legal.
En cambio, en la parte internacional no hay ninguna señalización y el viajero tiene que salir a los andenes que se encuentran afuera del aeródromo en busca de la parada de taxis o el sector asignado a los que solicitan el viaje por medio de aplicaciones (esto está muy bien). Hay que dar vueltas hasta encontrar por fin el cartel de Taxi y al lado hay un minúsculo exhibidor con el famoso QR para solicitar el transporte porteño. Si lo único que tienen que hacer es replicar las gigantografias que se encuentran en la otra parte del hoy extenso aeropuerto, ¿por qué todavía no lo hicieron? La ampliación de la terminal aérea ya cumplió cuatro años y el permiso de vuelos internacionales otro, no se entiende la demora en instalar la señalética necesaria. Una vez más, los únicos perjudicados son los viajeros.
Lo más llamativo es que el Aeroparque fue galardonado hace semanas con el primer puesto en la categoría de aeropuertos con un tráfico de 4 a 20.000.000 de pasajeros en los Routes Americas Awards 2025. Un premio que reconoce a las organizaciones que han implementado estrategias exitosas para el desarrollo de servicios aéreos, generando impactos positivos en el sector de la aviación comercial. Recordemos que 14.900.000 de pasajeros lo usaron en 2024, y que se agregaron rutas internacionales, conectando con destinos como Bogotá, Montevideo y Florianópolis, entre otros, así como la incorporación de Avianca y Sky Perú a la red de aerolíneas, ampliando las opciones para los pasajeros. Esperamos que, en paralelo al gran movimiento que registra la terminal aérea, también puedan mejorar el procedimiento de llegada. No hacen falta muchas cosas. Sólo que se hagan.
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