Tuesday 1 de April de 2025
ARMAS | 29-03-2025 19:00

Armas: el secreto de las marcas y números ocultos

Para qué son todos los grabados que en fábrica se les realizan a las armas. De qué se trata el revenido químico. Cuál es la importancia de la identidad, la identificación y el registro.
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Todas las armas poseen marcas y punzonados que les otorgan una identidad exclusiva, lo cual no es una circunstancia menor: gracias a esto podemos conocer su historia. A partir de ello se desprende que registrar un arma de fuego significa nada menos que relacionarla documentalmente y de manera directa con su dueño, lo que implica una responsabilidad legal y personal.


A lo largo de mi carrera como perito forense y profesional de la seguridad pude constatar en innumerables ocasiones que el 99, 9 % de los delitos cometidos con el uso de armas de fuego son llevados a cabo por delincuentes y armas ilegales, adquiridas a partir del tráfico entre países limítrofes y otros regionales, a causa del deficiente e irresponsable control que realiza el estado dentro de sus instituciones y de los lugares de guarda donde se almacena o secuestra dicho material.

Absurdo legal

En 40 años como experto en la materia no tuve conocimiento de delitos cometidos con armas legalmente registradas, y esto es lógicamente así, ya que a nadie se le ocurriría comprar un arma de fuego en una armería o a otro legítimo usuario particular para –luego de pasar por varias pruebas, pagar aranceles y completar documentación legal– cometer uno o varios delitos, porque sería un acto absurdo, ilógico e inviable, ya que su poseedor sería encontrado rápidamente, detenido y puesto a disposición de la justicia.

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Por estos motivos y otros no debemos relacionar la inseguridad actual con la tenencia y uso de armas legalmente registradas, puesto que los verdaderos responsables del caos del que somos testigos todos los días no son más que los marginales, delincuentes y las bandas organizadas favorecidos por la impunidad, los derechos humanos (de los malvivientes) y el garantismo de la doctrina zaffaroniana.


En este sentido, el Estado Nacional y las provincias son los únicos responsables directos de esta problemática, y los que deberían realizar inteligencia para evitar el transporte, la compra y venta ilegal de armas clandestinas, además de promover constantes y sorpresivos allanamientos a fin de secuestrar y sacar de circulación dicho material de las manos de la delincuencia. 


Por otro lado, los delitos cometidos entre cónyuges y familiares o vecinos que se suceden muchas veces en barrios periféricos o humildes, se llevan a cabo con el uso circunstancial de las denominadas armas impropias, y no con el de las de fuego, mucho menos de aquellas legalmente registradas. De acuerdo a esto, es irresponsable, subjetivo y altamente peligroso imputar hechos de inseguridad a las armas y a sus tenedores legales, acusación que además evidencia un total desconocimiento y/o una mala intención de quien lo refiere.

Trazabilidad

Técnicamente hablando, y como dato muy importante, hay que mencionar que las armas de fuego, al salir de la cadena de producción de fábrica, llevan un número que corresponde a su lote, año y modelo, lo que se lo conoce como control numérico. Y no solo eso: además se le agregan punzonados relativos a las pruebas y al control de calidad, junto a una o varias leyendas correspondientes a la marca, el modelo y calibre.

Todos estos datos son imprescindibles para conocer y saber a futuro su trazabilidad histórica, desde la salida de fábrica hasta su comercialización posterior, ya que cuando el distribuidor, importador o la armería la adquieren, comienza su circuito legal, el que llega has-ta que se registra finalmente a nombre de su dueño.


A los fines legales, al saber y conocer las distintas inscripciones, punzonados, letras o números, un perito que deba actuar en una causa judicial puede reconocer e identificar el arma en cuestión a fin de relacionarla –o no– eventualmente con el imputado y con un determinado delito. Como los delincuentes saben esto, para impedir dilucidar ese “histórico” del arma de fuego que utilizan con fines ilícitos, realizan asiduamente lo que se conoce como supresión numérica, para lo que usan varios tipos de herramientas que desbastan o arrancan el material donde se encuentran los punzonados y la numeración.


A pesar de esto, en algunos casos específicos el perito puede visualizar nuevamente la numeración que fue quitada de manera intencional. El procedimiento pericial se conoce como revenido químico y consiste en calentar la superficie afectada y atacarla inmediatamente con ácido para que se puedan revelar, observar y fotografiar rápida y circunstancialmente esas marcas para luego ser usadas como prueba irrefutable dentro de la causa. Como dijimos, los legítimos usuarios están lejos de todo esto, pero es interesante que conozcan los procedimientos a los que pueden ser sometidas sus armas legales a los fines de un procedimiento judicial. 

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Darío Raúl Chiviló

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