Desde que entró en vigencia la cuarentena obligatoria el pasado 20 de marzo, las calles en todo el país pasaron a estar prácticamente desierta. Pero antes de esta medida por parte del Gobierno Nacional, en diferentes ciudades turísticas ya se estaban tomando recaudos para evitar el ingreso de turistas que podrían portar el coronavirus. Ordenanzas, controles y largas filas de autos, todo para evitar el arribo de personas que no residieran en el lugar.
Uno de los casos más llamativos de los últimos días se dio en Verónica, provincia de Buenos Aires, donde los vecinos decidieron espantar a los posibles turistas a través de una curiosa gacetilla turística.
“Si no conoce VERÓNICA siga de largo… no se pierde de nada, es una ciudad aburrida, no hay luz, ni gas, tomamos agua de pozo. Las calles son todas de tierra y andamos en carreta… hay un solo almacén, está a 3 km y solo venden arroz y huevo”, afirma el mensaje que se volvió viral en redes sociales y Whatsapp.
Turismo virtual para viajar desde el hogar
Como si fuera poco, el mensaje sigue así: “Sus habitantes nos bañamos poco porque siempre hace un frío de cagarse asi que el olor a cul# en el aire abunda. En el día te pican toda clase de alimañas y en la noche te corre la llorona y el chancho con cadena. Hay una sola tele en el pueblo en la vidriera de un negocio y solo pasan cadena nacional. No hay radios, no hay plazas, no hay parques… no hay gente buena onda, todos somos uraños, salvajes y MORDEMOS. Y si se nos da oportunidad te gorreamos. Asi que si viene por la RUTA 36…Ruta 11…SIGA DE LARGO Y NO PARE HASTA LLEGAR A SU CASA. EN NUESTRA CIUDAD NO SON BIENVENIDOS HASTA QUE TODO ESTO PASE”.
El caso de la localidad de Verónica, por más desopilante que sea, no es el único que se dio en los pasados días. El 20 de marzo, mismo día que se decretaba la cuarentena obligatoria, el intendente del partido de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, decidió que hasta el 31 de marzo no podría ingresar ningún turista a la ciudad de Mar del Plata.
Ya el día anterior la Costa Atlántica había sido el escenario de importantes controles que intentaban frenar el ingreso de turistas a las ciudades costeras. En Pinamar los vecinos cerraron los accesos a Cariló, Ostende y el de Valeria del Mar; solo quedó habilitado el de la rotonda de las rutas 11 y 74, exclusivo para residentes y propietarios no residentes. Aun así, los momentos tensos e insólitos no faltaron, como el de una mujer que intentó entrar a la ciudad a través de los médanos.
Una situación similar se vivió en Villa Gesell, donde los vecinos participaron de los cortes de acceso y hubo filas de autos de 700 metros. Solo se habilitó el acceso sur a la ciudad, por el paseo 139. Los demás, el principal y los de Mar Azul y Mar de las Pampas, fueron bloqueados.
El mismo día, 19 de marzo, el balneario de Las Grutas no solo cerró el acceso a los turistas, sino que el intendente también prohibió ingreso de cualquier persona a la zona playas, con el fin de disuadir hasta al visitante más testarudo.
El día anterior, otras localidades ya habían tomado medidas similares. En Entre Ríos, las ciudades de Federación y Gualeguaychú suspendieron cualquier actividad turística y prohibieron el ingreso de personas no residentes. Mientras tanto en Tafí del Valle, Tucumán, se tomaron medidas principales con el fin de evitar el ingreso de turistas provenientes de la Ciudad de Buenos Aires y del Chaco, dos de los principales focos de coronavirus en el país.
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