Cerca de la capital cordobesa hay muchos sitios para visitar. En busca de un poco de acción, nos alejamos hasta Rayo Cortado, a 168 km, para pasar la noche en Estancia La Dorada, un precioso hotel boutique en el que se han contemplado todos los detalles: el alojamiento es en modernas habitaciones (seis), grandes, con baño compartimentado, pava eléctrica y generosos amenities. Además posee una la hermosa pileta y gustan de ofrecer la cena al aire libre, cerca del asador. Todas las comidas, servidas por el diligente Manu (mozo de toda la vida que no deja ningún detalle sin atender), están contempladas y son deliciosas.
Y cada noche hay un entretenimiento diferente en su amplio salón de usos múltiples, que tiene el único televisor del lugar. Nosotros tuvimos la suerte de escuchar al Taco Trío haciendo clásicos del folclore con sus voces maravillosas. Pero sin dudas lo mejor es la atención de los anfitriones, Juan Scaraffia, Patricia Camaño y Paola Herrera. Altamente recomendado para hacer un alto en el camino. No se van a arrepentir.
Se llega por la Ruta 9 para disfrutar de este turismo rural de categoría (proponen visitarlos por un mínimo de dos noches) que incluye pensión completa (desayuno, almuerzo, merienda y cena). Las actividades pueden ser cabalgata, caminata, circuitos en bici y excursiones para ver pictografías indígenas. Como opcionales tienen el servicio de masajes y visitas a Miramar de Ansenuza (a 150 km), a las salinas grandes o al museo de Atahualpa Yupanqui en la casa familiar que está cerca. Prepararon una propuesta distinta para cada día.
Nosotros hicimos la recorrida a caballo por la estancia y fue toda una sorpresa: las vacas se acercaban a mirarnos como si fuéramos una exhibición para su distrute (¡se sintió raro!). También crían jabalíes, ovejas, conejos y llamas en este establecimiento modelo.
Además de la calidez de la atención, los espacios son preciosos y dan ganas de quedarse a disfrutarlos. Ya sean las diferentes área del gran salón, con un billar enorme en un entrepiso, barra y livings, como el moderno gimnasio o el comedor privado que es un sueño y tiene una bodega muy bien abastecida. Realmente vale la pena para visitarlos durante todo el año.
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