Nuestra meta es la montaña tutelar del pueblo mapuche; en la localidad neuquina de Villa Pehuenia: el cráter del volcán Batea Mahuida. Los hermanos Claudio y Alejandro Cafulqueo nos esperan orgullosos junto a sus vehículos con oruga que en verano suplantan por caballos. Claudio me toma una prueba de conducción y arrancamos; cada cual en una moto llevando a otro pasajero. Atravesamos un bosque de araucarias milenarias, esas coníferas que ya existían en tiempo de los dinosaurios.
Cómo se vive la montaña en moto de nieve
Salimos del bosque y el suelo es un manto blanco de lisura perfecta, que rayamos con las motos cortando la planicie por la mitad. Ya trepamos la ladera volcánica y nos detenemos a mirar a nuestras espaldas: el espejo de agua del lago Aluminé refleja invertidos los picos blancos de las montañas, mientras la lejanía se eriza de conos blancos de volcán. Y justo debajo distinguimos nuestro punto de partida: el parque de nieve Batea Mahuida gestionado por la comunidad mapuche.
Descenso a todo bike en el Batea Mahuida
Retomamos la marcha y el plano se inclina cada vez más: pero las motos son muy estables y no hay precipicios. Coronamos el cráter para descubrir un volcán apagado que en su centro tiene una laguna congelada, El cráter forma un círculo casi perfecto, salvo por la abertura en donde se derramó la lava hace Miles de años. Al bajarnos de la moto, la sensación es de alunizaje.
Batea Mahuida está listo para el invierno
Hay grandes rocas basálticas y redondeadas, desperdigadas sobresaliendo apenas en la nieve. El día está calmo, la Madre Tierra no sopla y nos concede un rojo atardecer que observamos desde el borde del cráter. Estas mismas piedras las vieron los dinosaurios y hoy estamos parados arriba de ellas con nuestros hermanos mapuches, enmudecidos y en estado de gracia.
www.villapehuenia.gob.ar
www.cerrobateamahuida.com
Hermanos Cafulqueo: Tel.: +542942511312
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