La cuarentena obligatoria nos tiene a los pescadores encerrados en casa, posponiendo las ganas de salir y disfrutar de unos buenos piques. Son tiempos difíciles, en los que debemos ser pacientes en beneficio de la salud de todos los que nos rodean. Aun así, hay gente que no puede o no quiere entender la grave situación que estamos atravesando. Cada día nos desayunamos con un nuevo caso de personas que violan la cuarentena para ir a pescar. El último tuvo lugar en la localidad santafecina de Helvecia, donde tres hombres publicaron en las redes sociales su pequeño acto de rebeldía y hasta las piezas que habían sacado. Por suerte el tiro les salió por la culata y los irresponsables terminaron detenidos. Definitivamente, ya no hay lugar para la viveza criolla.
El suceso empezó a tomar relevancia cuando en la red social Facebook se empezó a difundir un video de tres personas que supuestamente habían violado la cuarentena para ir a pescar a las aguas del río San Javier. En varias imágenes se los podía ver dentro de un vehículo y mostrando la importante cantidad de piezas que habían sacado. Mientras ellos se congraciaban por sus actos, el efecto viral de internet ya los estaba condenando.
No pasó mucho tiempo hasta que la Prefectura de Santa Fe fuera notificada del hecho, que de inmediato informó a la fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Lucila Nuzzo, quien ordenó una pesquisa judicial.
El pasado jueves 14, los vecinos de Helvecia amanecieron con un intenso intercambio de mensajes de texto y audio sobre el último acontecimiento de la localidad: la Prefectura estaba realizando allanamientos. En total fueron tres, en los cuales las fuerzas de seguridad secuestraron dos celulares, una embarcación tipo canoa de madera con motor interno, doce redes de pesca, un auto Chevrolet Corsa y una escopeta cal. 16 sin documentación.
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Los tres “vivos” que se jactaron de su salida de pesca terminaron detenidos por violar el “aislamiento social, preventivo y obligatorio”. Además, uno de los acusados quedó imputado por la tenencia de un arma de fuego de uso civil sin la debida autorización.
En fin, un nuevo acto de irresponsabilidad que termina con un final feliz. Por más que las ganas de pescar nos carcoman, por ahora nos corresponde quedarnos en casa, para cuidarnos y cuidar a los que nos rodean. Paciencia, ya vendrán tiempos mejores.
Fuente: Despacho Digital
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