Nos encontramos en un momento en donde, debido a la gran sequía que sufrió y sigue sufriendo nuestro país, se complica obtener buenas carnadas pensando en la temporada de pejerrey que estamos transitando. Además, esa condición generó la pérdida de muchos buenos pesqueros. Ha notado el pescador deportivo que los precios de las porciones de mojarras se incrementaron muchísimo en las últimas semanas, al igual que el de la isocas, ambas carnadas que utilizamos con muy buenos resultados en el Paraná Guazú, el Paraná Bravo e inclusive en el Río de la Plata y el Uruguay.
Los mejores pesqueros del fin de semana
En ese contexto, es importante aprovechar lo que nos va quedando en las salidas que realizamos, evitando tirar carnadas que, si las tratamos en forma correcta, pueden servirnos en próximas pescas. La mojarra que nos sobra, al igual que cualquier ejemplar de sardina, dientudo o especie de escama que atrapemos, pueden convertirse en un cebo muy atractivo, y por sobre todo, muy barato.
La opción más clásica es el salado de las mojarras o sardinas, un proceso muy conocido pero algo complejos en relación a las alternativas que vamos a compartir. Hay métodos más que son muy efectivos para realizar. En el caso de las mojarras, se las puede colocar dentro de un recipiente con tapa o bolsa anudada con agua, la cual se coloca en el frezzer y se congela. Al llevarlas de pesca se descongela el agua y las mojarras estarán intactas, con un color muy natural y generarán buenos piques como la mojarra viva.
La clave estuvo en las carnadas
En cuanto a las sardinas, nuestro consejo es envolverlas en unas cinco o seis vueltas de papel film y también se las lleva al congelador. De la misma manera que las mojarras, se descongelan el día de nuestra salida de pesca y las encontraremos excelentes para filetear.
En tiempos donde los costos se han ido a las nubes, compartiremos muy asiduamente alternativas para que no sólo se deba optar por carnada viva o filets frescos, sino que, cumpliendo ciertas pautas, podamos lograr tentar variada de piel como de escamas, con nuestros cebos generados en pesca anteriores.
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