Friday 26 de April de 2024
PESCA | 17-12-2018 00:32

Tarariras y truchas al acecho

Con equipos livianos disfrutamos de grandes sensaciones en las cristalinas aguas de Alpa Corral y Río Cuarto, donde las carpas también se hicieron presentes.
Ver galería de imágenes

Taruchas o truchas fue la tentadora propuesta de Córdoba que me motivó a viajar hasta la ciudad de Almafuerte. Arribé por la tarde a unas cabañas de Alpa Corral, con el tiempo suficiente para hacer una entrada en calor pescando tarariras. Así que, mientras conducíamos por la Ruta 23 junto a Nicolás y Gonzalo, guías de Aventura Serrana, paramos en una zona denominada Los Pozones que se encuentra a orillas del río Santa Rosa, justo antes de que desemboque en el embalse. Un ambiente ideal para taruchear con muchos metros de costas limpias de vegetación, que invitaban a utilizar cualquier tipo de equipo sin necesidad de vadear con un wader.

Encaramos la pesca en distintas modalidades. En bait, con poppers y cañas de 6-12 lb (1 lb = 453,592 gramos), y en fly cast con equipos Nº 8 de 2,7 m, línea de flote y coloridos streamers.

1215_Tarariras y truchas al acecho

En busca de piques

En el primer pozón, el más cercano al camino, no tuvimos resultados. Por lo tanto fuimos bordeando el agua, siguiendo los senderos ya caminados por otros pescadores y por el ganado suelto que andaba pastando. Así llegamos hasta un nuevo estanque donde había mucha vegetación sumergida, por lo que se imponía arrojar un señuelo antienganche. El pique fue inmediato, sobre todo en subsuperficie, donde se destacó el Turbo Shalow de Hoplias Lures que no paraba de recibir mordidas. Pudimos concretar un par de capturas cada uno y antes de que se haga muy tarde, volvimos a la ruta para seguir viaje, felices por un buen comienzo y saboreando el asado que comeríamos por la noche.

A la mañana siguiente nos dirigimos al río Talita para hacer la pesca de truchas. Las condiciones climáticas eran desfavorables: molestas lloviznas acechaban de manera intermitente y, para peor, el nivel del río había cambiado: estaba demasiado bajo. Entre grandes rocas de fluorita, mica, feldespato y cuarzo sendereamos río arriba inmersos en las sierras. Tras varios minutos llegamos a una pequeña olla detrás de una cascada, donde pudimos ver la primera trucha. Nicolás se acercó de manera sigilosa y presentó delicadamente una ninfa Pheasant Tail con su equipo #3 de 2,28 m y línea de flote. Expectantes contemplamos cómo se sumergía el engaño en el agua cristalina, y cómo la pequeña trucha se abalanzó sobre él para engullirlo de manera perfecta. La ninfa desapareció en su boca, lo vimos nítidamente. Embravecida, apuntó corriente a favor y con el equipito liviano fue muy emocionante la lucha. Luego de la pertinente devolución, seguimos remontando el río sin desaprovechar oportunidades de obtener similares capturas.

El tercer día continuamos hacia Río Cuarto. Reacomodamos los equipos y recuperamos energías, ya que por la mañana teníamos una cita con Daniel Pippino, presidente del club de pesca Alas Coloradas, en Ucacha.

1215_Tarariras y truchas al acecho

Premio consuelo
La propuesta era relevar la laguna sobre un trucker en búsqueda de tarariras. Si bien la recorrimos por completo, nuevamente el clima nos castigó con fuertes lluvias y un frío descomunal para esta época del año. Sin más remedio, tuvimos que volver al club para disfrutar de un cordero recién asado. Con sentimientos encontrados –por un lado falta de pesca y, por otro, una propuesta gastronómica excepcional–, nos sentamos en una mesa larga a compartir anécdotas. Allí conocimos a Germán Agüero, un reconocido pescador local, que llegaba de relevar un arroyo cercano. El buscaba carpas en fly, pero nos anticipó que había muchas tarariras en el arroyo. Intercambiamos ideas, points e inclusive nos obsequió algunas moscas para carpas. Si bien su compromiso laboral no le permitió acompañarnos, por la tarde visitamos el arroyo que nos mencionó.

Por suerte, las lluvias se convirtieron en lloviznas y, con las energías a tope, comenzamos a caminar por las altas laderas. El arroyo Chucul se alimenta de agua que desborda de la laguna Ucacha por una cascada, por lo tanto el primer tramo tiene corrientes muy fuertes. A medida que nos alejábamos aparecieron los remansos. El agua estaba muy cristalina y lo primero que vimos fue una cantidad de carpas impresionante. Nuestro objetivo eran las tarariras pero la tentación fue mayor y Nicolás no se resistió. Con una de las moscas que nos obsequió Germán –estilo Hybrid Worm tuneada por él– y mucha paciencia, logró capturar la primera carpa en su equipo de fly.

1215_Tarariras y truchas al acecho

Detrás de él, Gonzalo Ponce nos llamó con señas. Había tenido un ataque de tararira pero lo perdió. Nos acercamos para verlo en acción. Lanzó el streamer al medio del arroyo y lo dejó descender hasta el fondo. Luego de dos estripeadas largas, clavó enérgicamente la primera tarucha del día, que enseguida saltó fuera del agua intentando quitarse la mosca, pero estaba bien asegurada, así que pudo sacarla para tomarse una foto y devolverla. Acto seguido, Martín, en spinning, también tuvo otro pique. La situación me tentó, por lo que enseguida dejé la cámara y me uní. Entre la diversión y las ansias de pescar le habíamos abordado el point a Gonzalo. Pero el arroyito estaba bien poblado de tarariras y carpas. ¡Una locura! Ciertamente volveremos pronto con mejor clima, las tarariras están esperando al acecho entre las sierras.

 

Nota completa en Revista Weekend del mes de Diciembre, 2018 (edicion 555)

También te puede interesar

Galería de imágenes

En esta Nota

Rodrigo Garcia Cobas

Rodrigo Garcia Cobas

Comentarios

También te puede interesar

Más en
Mirá todos los autores de Weekend