Recorriendo la RN 226, desde Tandil, en dirección a la costa, o viceversa, encontraremos un paisaje que combina la magnificencia de las pampas y el encanto serrano, bordeados por espejos de agua y en un recorrido que combina tradición, naturaleza, historia y gastronomía. Y si hablamos de pesca deportiva, tenemos un tridente de alternativas para disfrutar aún en invierno.
Luz verde al pejerrey corno en aguas bonaerenses
Partimos la recorrida desde Tandil, uno de los destinos más elegidos en el receso invernal y que va ganando adeptos, en forma considerable, en las últimas décadas. A una amplia oferta para el turista, sumamos la alternativa de pesca en plena ciudad, con el lago del Fuerte que nos brinda la oportunidad de distintas pescas. Aunque no están fáciles con tanto frío, con diferentes harinados podemos ir por carpas, surtidos de mojarras vivas prender pejerreyes y los mosqueros pueden, buscando alguna tarde soleada, tentar una variada ultraliviana de chanchitas, mojarrones y dientudos, ya que las carpas, la vedette en verano, en esta época suele ser muy difícil de capturar con esta técnica.
Para pescar pejerreyes, todo el contorno del lago puede darnos buenos piques. La zona de la pasarela del dique de contención, la playita del balneario o el sector de La Isla, a la que se accede por el Centro Náutico del Fuerte son de buen rinde y donde pescamos cómodamente. Cañas de 3 a 4 metros, con reeles frontales cargados de un nylon fino y aparejos de flote o fondo. En caso de ir por las boyas, que sean chicas y con bajadas que van de los 30 a 45 cm, y con un puntero para ganar distancia. Con plomo, bajadas de 40 a 60 cm, almeja de 30 a 40 gramos y, en ambos casos, anzuelo n°3 de la serie 1687 o 277 de la tradicional marca noruega que rinde bien. En cuanto a carnadas, la mojarra viva chica se lleva las palmas, aunque no descartemos un filet de dientudo bien rebajado. Prevalece el pejerrey chico, que oscila los 25 cm, pero cada tanto nos encontramos con gratas sorpresas.
La crisis de la mojarra
Otra propuesta interesante es la pesca de carpas, que podemos tentarlas con los distintos harinados que se comercializan en la zona o la podemos hacer en forma casera, con líneas del tipo feeders o de dos anzuelos con un plomo pasante.
En Balcarce se mezclan la gastronomía y la pasión por el automovilismo, aunque también se respira pesca deportiva. Entre Balcarce y Mar del Plata, por la 226, la siguiente parada es laguna La Brava, un espejo que resurgió y volvió a tener buenos pejerreyes. Es una de las más bellas lagunas de la provincia, una lengua de agua entre imponentes sierras y un verde campo sobre la que encontramos dos prestadores de servicios se destacan en sus costas: Ruca Lauquen, al que ubicamos en el kilómetro 35 de la ruta nacional 226, y el Club de Pesca, sobre el kilómetro 39,5. Hoy, el pique no es fácil, pero los pejes que se dan son de excelente porte. Es clave encontrar donde está picando el pejerrey, por eso es conveniente arrancar con un paternóster, largo, ya que tenemos zonas que podemos tener casi 4 metros de profundidad. El paternóster trabaja con su boya parada, hundida casi la mitad, con una fina calibrada con municiones. Si el pejerrey toma la carnada, y nada hacia arriba, la boya se acuesta; en cambio, si es a la inversa, la hunde casi sin resistencia alguna. El famoso chiripa es un clásico de los lugareños, se usa con una boya-puntero que nos permite lanzar lejos, y pescar de forma muy sensible, ya que con la panza del nylon manejamos la profundidad donde trabajara la línea y le damos movilidad a la carnada. Si optamos, luego de ubicar la línea de actividad del pejerrey, por pescar a flote, hay que tener que se dan, muy asiduamente, las capturas entre el 1,8m. y los 2,5m, por eso es imprescindible usar cañas largas, no menos de 4,50 m. en ese caso.
Llegando a “La Feliz”, la laguna de Los Padres, a sólo 14 kilómetros de la ciudad, volvió a imponerse en la agenda invernal del pescador deportivo y eso es un motivo para celebrar, ya que venía de algunas temporadas duras en cuanto a pique. Si bien el pique no es parejo para todos los pescadores, la clave radica en realizar una búsqueda intensiva para encontrar el sector más rendidor, destacándose este momento más por la cantidad que por la calidad. Tiene sectores muy conocidos por los lugareños, como las barrancas, justo debajo del Museo “José Hernández”, la pista de remo, el monte de los judíos o el famoso chiquero, son alguno de los puntos a tener en cuenta.
La carnada más rendidora en este ámbito es la mojarra. Y en cuanto a las líneas, se impone la de dos boyas con brazoladas regulables (yo-yo o con trampa), para que los anzuelos queden a unos 5-10 centímetros del fondo, aunque hay momentos que se da arriba. El chiripá lastrado también es una gran opción porque permite buscar la profundidad deseada. Hay que tener mucha paciencia para poder capturarlos, dado que muchas veces toca suavemente, pero suelta.
Aunque la pesca costera se puede realizar en gran parte de la laguna, la actividad embarcados se limita al CRECIM, complejo que regentea, desde hace muy poco, el Sindicato de Empleados de Comercio de Mar del Plata.
Por último, hay que destacar que en esta zona, las últimas precipitaciones han sido muy intensas, lo que ha elevado sus caudales y generó que, se enturbie mucho el agua, y en muchos casos, haya que alargar brazoladas.
Comentarios