Antes de emprender una jornada de pesca es siempre recomendable informarnos sobre el estado del tiempo, temperatura, como van a soplar los vientos, etcétera. Y en ese sentido nos ayuda muchísimo la tecnología.
Matungos desde la orilla
En esta ocasión sabíamos que tendríamos vientos intensos del sector Este y en cuanto al clima nos aseguraban un día frío, prácticamente sin sol y con algunas posibilidades de lluvias por la noche. De todas formas este era el día de pesca que con el querido amigo el profesor Víctor de Víctor, habíamos decidido compartir juntos después de muchos años.
Pejerreyes por tres en Guaminí
Matungos de novela en el Paraná Guazú
Salimos desde la guardería náutica del Camping Recreo Keidel donde se encuentra Gino, mi embarcación. Al comienzo de esta jornada que iniciamos promediando las 9:45, dado que el pique de pejerreyes no se estaba dando temprano, nos encontramos con muy poco viento y nos acompañaba un sol bastante limpio, el que se fue ocultando a medida que pasaron los minutos en el agua.
Los pejerreyes del convite
Después del armado de nuestros equipos y de haber realizado los encarnes correspondientes con mojarras vivas, algunos filet salados de sardinas y del mismo pejerrey que levantamos en el viaje en Carnadas El Toro, nos largamos al garete sobre el Guazú prescindiendo del uso del ancla de capa. Apenas comenzada la deriva registré la primera corrida y clavada correspondiente de un pejerrey de porte medianito; seguidamente los piques que registramos no fueron de pejes, seguramente se trató de dientudos o sardinas, de los cuales no pudimos concretar.
El pronóstico se venía cumpliendo, el sol ya no brillaba tapado por los grandes nubarrones y el viento del Este se incrementaba con el correr de los minutos, por lo que tomé la decisión de pescar dentro del Doradito. Aquí, a la altura de las barcazas paraguayas comenzamos un nuevo desplazamiento un tanto complicado ya que la marejada y el viento nos llevaba contra la costa de la isla; no obstante, Víctor pudo concretar su primera captura de un lindo ejemplar de pejerrey.
Al llegar contra la isla nos cruzamos de costa y así fuimos trabajando la zona, la que nos fue dando esporádicos piques y capturas de algún pejerrey más. Promediando el mediodía el viento no amainaba, todo lo contrario: las ráfagas eran muy intensas. No obstante, decidí navegar hasta la desembocadura del Guazú aguas afuera. Realmente la marejada era intensa con olas de entre los 50 y 70 centímetros muy continuas, pero de todas formas puse proa hacia la costa de la provincia de Buenos Aires y crucé el Guazú sin problemas, a unos 10 metros comenzamos nuestra nueva gareteada. Esta vez, por la intensidad del viento, nos llevaba en línea recta hacia la costa entrerriana y aquí fue donde Jorge, hasta ese momento, prendió el mejor ejemplar del día.
Cuando estuvimos a la mitad del río, por el golpe de las olas en el casco se nos dificultaba mantener la estabilidad en la embarcación, por lo que nuevamente nos movimos aguas abajo sobre la costa donde está el juncal largo frente a la boya 167. Aquí nos ocurrió lo más curioso de toda la jornada, tanto las boyas como la embarcación derivaban aguas arriba a unos siete metros de los juncales, pero con el agua tan revuelta el pejerrey no se hacía presente y si estaba no tenía intenciones de comer.
No había demasiado para hacer, la única alternativa nos quedaba dentro del Doradito que fue donde a fin de cuentas nos refugiamos medianamente de tanto viento, ancla de capa al agua y a trabajar de nuevo la zona. Víctor fue quien registró los primeros piques y capturas de pejerreyes a la distancia, mientras que con Jorge Robson veníamos metiendo unos dientudos de portes impresionantes, realmente “unas zapatillas bárbaras”.
La jornada continuó y finalmente todos pudimos lograr algunos ejemplares más de pejerreyes de mediano porte, en un día sumamente frio, sin sol y con una intensidad de viento del Este que nunca mermó.
Promediando las 16:30 dimos por concluida la actividad deportiva que no fue para nada fácil, pero nos dimos el gusto con Víctor de volver a juntarnos para pescar y compartir charlas, anécdotas y experiencias. De esta manera, para que les voy a mentir, la cantidad de piezas logradas en esta oportunidad no nos interesaba, definitivamente lo importante para nosotros fue reunirnos y compartir un día caña en mano.
Datos Útiles:
Carnadas El Toro, Ruta Provincial N°6 Y Calixto Dellepiane (Ex Ruta 12 y Lavalle), Campana, Buenos Aires. Abierto desde las 6:00. Reservas: Tel. (03489) 15-293296.
Camping Recreo Keidel por la guardería y bajada de lancha. Contacto: Tel. (03487)-15-470576.
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