Para arrancar la semana: matungos en Quilmes

Un día de mitad de semana, con pronóstico de temperatura ideal y poco viento para navegar, me llamó el guía Hernán Molinari, de Los Kaukes, para invitarme a pescar los grandes pejerreyes de Quilmes. Obviamente, como todo pescador, estaba listo, ¡no me la iba a perder! Acomodé mis tiempos y el miércoles a las 8 ya estaba en el club náutico de esa localidad, donde Hernán esperaba con su trucker ya en el agua y con cinco porciones de mojarras Ariel, las mejores de la zona sur. Tan sólo demoré 45 minutos de viaje desde la Capital, todo por autopista, hasta llegar al club.

A la partida se sumaron otros pescadores: Alberto Ceill, Ricardo Almonacid, Jorge Conforti y Carlos Scacchi. Sólo fue necesario navegar 20 minutos para llegar al lugar elegido por Hernán, a unos 6.000 metros de la costa. Una vez que llegamos al point comenzamos a garetear con viento del sector suroeste (a unos 15 km/h), ideal para oxigenar el agua que estaba bien movida y activaba a los pejerreyes. Líneas al agua y comenzaron los piques aislados de portes que no superaban los 35 cm con algunos entremezclados de 25 cm que eran inmediatamente devueltos al agua. Sabíamos que en cualquier momento aparecerían los grandes.

Tan sólo un par de horas y el viento rotó al sudeste, por lo que cambiamos de posición. Tuvimos que acomodar las anclas de capa y reordenar las líneas. Ahí sí comenzamos a tener piques de esos lindos matungos tan característicos de nuestro Río de la Plata en la zona sur. Alternamos las carnadas varias veces, de mojarras vivas a saladas y al revés, teniendo pique en ambas. Utilizamos líneas de dos boyas con bigoteras y dos brazoladas de 15 a 30 cm de profundidad. Esta última fue la que tuvo mayor cantidad de piques debido a que trabajaba más libre.

En un momento el viento dejó de soplar planchando el río, así que los piques empezaron a ser más espaciados, inclusive muchos los erramos, no tomaban firme la carnada y no podíamos clavarlos. Esto sólo sucedió cerca del mediodía, momento que aprovechamos para comer y tomar algo así recargábamos baterías para el resto de la jornada. Nuevamente el viento rotó (esta vez soplaba del sector noreste) pero por suerte en todo momento tuvimos el sol de costado que nos permitía ver bien nuestras boyas. El pique se dio en toda la jornada a unos 50 / 80 metros de la embarcación, a menos de esa distancia no pasaba nada.

Al rato se activó nuevamente el pique y nos dio la posibilidad de terminar, a las 17, con muchos matungos arriba de la embarcación y con esa satisfacción que tiene todo pescador después de haber disfrutado a pleno una jornada en el río. Nos comentó Hernán que el pejerrey puede que se quede en la zona hasta fines de octubre, así que a no perderse la oportunidad de disfrutar esta hermosa pesca del pejerreyes que nos brinda nuestro Río de la Plata, acá nomás.

Recordemos que en el Río de la Plata no rige la veda de pesca ya que son aguas abiertas. Y tanto él como la región del Delta del Paraná, bajo jurisdicción de la Provincia de Buenos Aires, quedan excluidos de los alcances de la disposición de la ex Dirección de Desarrollo Pesquero Nº 89/08. De todas formas cuidemos la especie.

Guía de pesca en Quilmes: Los Kaukes, Héctor y Hernán Molinari, Cel.: 15-5341-6381.