Frenesí de dorados en Ibicuy 

Visitamos un rincón privilegiado del Delta, con arroyos, riachos y canales que se van alternando en estos paisajes entrerrianos que también se salpican con ambientes isleños. Allí, en inmediaciones del río Paraná Ibicuy, los pescadores van en busca de las mejores zonas para capturar tarariras, patíes, surubíes, sábalos, bogas, bagres amarillos y blancos, rayas, carpas y tarariras, entre muchas otras especies. La invitación de Javier Gattinoni y Cristian Fritzler nos llevó a Ibicuy, con la idea de realizar una salida de pesca en busca de los doradillos que se encuentran en la zona.

Ubicada a tan solo 182 km de Buenos Aires, se ingresa a la provincia por el puente Zárate-Brazo Largo, cruzando la RN 12 que luego se conecta a la RP 45 donde se encuentra la Policía Caminera. Ahí doblamos hacia la izquierda hasta la ciudad, ruta en la cual hay que tener mucho cuidado porque está muy poceada. Llegamos al Complejo Las Cabañas, donde bajamos la embarcación que está muy bien equipada con dos plataformas, una corta en popa y la otra de proa, en la que dos pescadores estamos muy cómodos. Además, el motor eléctrico, un combo perfecto para la pesca. 

A las 6 de la mañana, ya teníamos la lancha en el agua, partiendo rápidamente para poder aprovechar el día desde la mañana. A un par de kilómetros, decidimos cortar camino atravesando un arroyo el cual estaba cortado por camalotes, teniendo que bajar de la embarcación y empujarla para atravesar unos metros. Finalmente, y a tan solo 35 minutos de navegación, llegamos al primer arroyo que íbamos a testear. Este sitio constantemente permite bajar agua "negra" (agua que se encuentra en los campos y se descompone con la vegetación y al estar bajo el nivel del Paraná, sale buscando el cauce del rio, y a su paso hacia la desembocadura al juntarse con el agua amarronada no se mezclan, lugar donde acechan los dorados a sus presas que son mojarras y sabalitos que bajan desde los campos inundados. Comenzamos a tener infinidad de piques, muchos doradillos subidos al trucker y cantidad de piques errados. El desafío era utilizar artificiales artesanales hechos por Javier, los cuales estaban armados con anzuelos simples para no lastimar tanto y corriendo el riesgo de tener muchos piques errados.

Estuvimos 1 hora entretenidisimos, hasta que se cortó el pique. Eso nos llevó a ir al segundo plan, donde la idea era pescar al golpe sobre las orillas en el conjunto de las islas Los Laureles. La condición necesaria era que allí también baje parte del agua negra, pero al tener vientos del sector este, el agua golpeaba sobre la costa no permitiendo esa característica metiendo agua en los campos y no teniendo actividad de pesca. La tercera opción era ubicarse frente a las barrancas del Paraná, a unos 20 metros, para ir golpeando la costa con los artificiales. Contábamos con un motor eléctrico con el que Cristian constantemente corregía la deriva, algo indispensable para esta modalidad. Tampoco encontramos dorados, así que decidimos volver al primer arroyo que tantas satisfacciones nos dio, teniendo la misma cantidad de piques, inclusive, algunos dorados de mayor porte. Cristian tenía marcados algunos palos en su GPS, los cuales visitamos y tuvimos algunas llevadas, pero sin lograr pincharlos. 

Al mediodía hicimos una parada para degustar una riquísima picada bajo la sombra de unos árboles en zona inundada, una vital recarga de baterías para poder seguir pescando en la tarde. Navegando encontramos otra entrada de un arroyo, y no lo pensamos mucho. Artificiales al agua y todo un show de dorados muy activos. Era tanto el frenesí que, en uno de los piques, estaba acercando al dorado a la embarcación y 2 ejemplares mas se disputaban el mismo señuelo, una actividad increíble en nuestro Paraná, lo que nos da la esperanza que, si cuidamos el medio ambiente y pescamos con devolución, tendremos grandes ejemplares en pocos años para seguir disfrutando de la hermosa pelea que nos brindan.

Ya a las 17 hs, el guía decidió dar por terminada la jornada de pesca, teniendo en cuenta que casi teníamos una hora para navegar. Si bien no pudimos dar con grandes dorados, sabemos que en cualquier momento el rio nos dará un par de sorpresas. Ibicuy, es una gran alternativa para tener en cuenta, un pesquero para disfrutar pescando tanto de costa como embarcado, disfrutando con amigos y en familia, de los campings a lo largo de su costa. 

Servicios: 

• Complejo Las Cabañas – Ibicuy. Guía de Pesca: Cristian Fritzler. Tel.: (011) 2767 6299.