Realizamos un nuevo relevamiento de pesca en aguas del Paraná Guazú y el Paraná Bravo. En esta oportunidad con la compañía de Pablo Vázquez, de la localidad de Merlo, zona oeste de Buenos Aires. Si bien nos encontramos con un río Paraná sumamente bajo, el agua se mantiene muy limpia y las temperaturas ya van subiendo gradualmente, con unos 12 grados por la mañana y pasado el mediodía promediando los 18.
Como es nuestra costumbre y es sabido, en la variedad de carnadas también está el éxito de la pesca, por lo que en esta oportunidad contamos con lombrices, salamín, maíz fomentado, tripero de sábalo, anguilas, mojarritas e isocas. Fondeamos nuestra embarcación en una profundidad media de unos 6 metros, armamos los equipos y realizamos generosos encarnes en nuestros anzuelos. Apenas transcurridos uno o dos minutos de que los plomos tocaron fondo se dieron las primeras respuestas.
Sacamos excelentes bagres amarillos que promediaron casi los 500 g. Por otra parte, con tripero de sábalo los piques y capturas se abrieron para bagres blancos que promediaron el kilo de peso; al igual que una tararira que tomo esa carnada tras realizar el lance de la línea hacia los juncales de la costa. También tuvimos la posibilidad de realizar la captura de una boga de aproximadamente kilo y medio, que tomo el ofrecimiento de pulpitos de lombrices.
La nota del día fueron los hermosos portes de patíes que se dieron con los encarnes de isocas sin limpiar, que en su mayoría conseguimos con lances más largos y río afuera. Sin dudas el Guazú y el Bravo están con una muy buena oferta de pesca variada de embarcado, mientras esperamos que las aguas tomen más temperatura y se activen mucho más las tarariras, bogas y dorados de buen porte, entre otras especies.
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