Muchos deportistas afamados tienen el lado poco conocido de ser amantes de la pesca deportiva, algo que muchos lo toman como algo de menor trascendencia, pero que hasta se aplica al mismísimo Diego Armando Maradona y Ubaldo Matildo Fillol, entre otros. Para ellos es el placer y el bálsamo de su vida cotidiana, que de alguna manera encuentra la paz lejos de los flashes de la fama. Tal es el caso del ídolo Jorge “Polo” Quinteros, exfutbolista que ahora se desempeña como guía de pesca.
En un diálogo con revista Weekend nos contó lo siguiente: “Me crié pescando ranas en la zanja. No me sobraba nada. Cuando jugaba en el Independiente de Beccar a veces iba con las zapatillas rotas. Me fui de Virreyes a un hotel cinco estrellas para concentrar y efectivamente había otro mundo. Me acuerdo que le pregunté a Raúl Sanzotti hasta qué hora era el desayuno. No me lo quería perder. El desayunador era una mesa como de veinte metros y había de todo. Me serví medialunas con jamón, cereales, yogurt, jugo de frutas. El profe de aquel momento me vio y me dijo: ‘Nene, no. No es así. No es la última vez que va a desayunar’”.
El “Polo” Quinteros tuvo una extensa trayectoria en el fútbol, identificado fundamentalmente con Argentinos Juniors, también pasó por Universidad Católica de Chile, Padova de Italia, RCD Mallorca de España, San Lorenzo de Almagro, Chacarita Juniors y Talleres de Córdoba.
¿El lago Cochicó se queda sin pejerrey?
Para muchos futbolistas el retiro es una depresión, pero para él no. Desde hace algunos años que vende un motor eléctrico de lancha que se usa específicamente para pescar. Es un motor con batería, silencioso y que no espanta a los peces. Y además, organiza excursiones de pesca.
No es que tenga una agencia de viajes, pero tiene tantos amigos de la pesca que terminó reuniendo una importante cantidad de pescadores que lo eligen para sus salidas.
Al respecto nos comenta: “Me encanta, si pudiera, pescaría los siete días de la semana. A mi señora siempre le digo que si nos llegamos a separar que me busque en Entre Ríos o Corrientes”.
La vida no siempre es lo visible y lo que se publica o se ve y escucha en los medios; que la vida no termina cuando el futbolista deja los pantaloncitos cortos. Afortunadamente, hay muchos como “Polo” que así fueron educados y lo entendieron.
El exdelantero, además de las muchas actividades que emprendió, en su época de jugador se embarcó en una que no pudo abandonar jamás. Con el afán de ayudar y retribuir algo de lo que le había dado el fútbol, en mayo de 2001 puso un comedor infantil bajo el nombre de Catalina, en honor a su hija y al barrio Santa Catalina, donde se instaló.
Por lo expresado, a quién no le gustaría hacerse una pesquita con notable exfutbolista y pescador, también por su noble transitar por la vida.
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