Llegamos a la posada Hambare, un lugar emblemático y bello si los hay en la localidad de Esquina. Fueron días con un clima divino y en compañía de Cristian Ferreyra y su familia. Vivimos 3 jornadas de pura pesca, un tanto duras al principio, pero después pudimos lograr dar con varios ejemplares de buen porte y varios pequeños. Lo que no pudimos sacar en esta oportunidad es algún cachorro, pero los dorados no faltaron.
La Nueva ofrece excelentes pejerreyes y algo más
En el río Paraná medio la pesca se nota tocada y afectada por la bajante, pero a medida que pasan los días se va acomodando. Ya les contaré cómo evoluciona, aún me queda un viaje más en octubre, donde se realizará el encuentro de pesca.
Para esta salida utilizamos cañas de un tramo, con carnada los dos primeros días, porque el agua no estaba óptima para bait. En estos casos utilizo una caña de 10/ 17 Red Fish de Zona Pesca, reel Marine Sport, el Big Game y multi del 60, Señuelos raptor, casi en su mayoría bananas, y sliders para los palos.
El primer dorado lo sacó Cristian con una caña de 12/20 libras y una morena con un plomito chico. Luego la sorpresa vino de Flor, su hermana, ya que no es pescadora, pero tuvo la suerte de sacar su primer dorado en Esquina, ¡con la felicidad que eso conlleva! Con esto tienen que tener en claro que se puede pescar en familia, que la pesca no solo es para hombres y no solo eso, sino que además no hay que ser ningún experto para poder disfrutarla. Este es el claro ejemplo de que cuando se desea y se intenta, todo se puede lograr.
Lógico que también salieron las muy conocidas palometas, acá en Esquina es imposible que no salgan.
La segunda jornada también la hicimos con carnada, donde es de público conocimiento que no soy una experta precisamente, ahí hice bastante agua. Menos mal que llevé a mi amiga Flor, que a ella se le da muy bien con esta modalidad, y Cristian no se quedó atrás. Fue la gran figura del día también en el agua, con una excelente tirada y clavada con la misma calidad que lo hace en la cancha.
Al tercer día, pero ya con bait, que es lo mío, pude levantar mi primer dorado, un ejemplar increíble. Diego, el guía, nos llevó a unos lugares de palos súper alejados, donde navegamos por una hora aproximadamente, hacia el norte, y pudimos levantar varios ejemplares, pero uno en particular de 8 kilos, que nos alegró la jornada. Ya casi para vuelta, también pudimos levantar algunos más.
Más allá de la pesca, recomiendo mucho el servicio de desayuno y de cena de la posada Hambare. Para los que vayan a alojarse, este pesquero siempre da que hablar y nos paga con excelentes piezas. Jamás me fui con las manos vacías de Esquina.
Agradecimientos para posada Hambare y a Charly.
Nos acompañaron:
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