El sábado no amaneció de la mejor manera, el cielo nublado y el viento del sureste hacía presagiar una mañana fría en la Salada Grande, esa extensa masa de agua que ubicamos en inmediaciones a Madariaga. Las condiciones no eran las mejores, pero el estar pescando con amigos era más que una razón convincente para embarcarnos e ir en búsqueda de las buenas flechas plateadas que tiene la laguna.
Ingresamos junto a Jony Burgos, uno de los calificados guías que conoce como la palma de su mano el espejo. El viento no iba a amainar en todo el día, arrancó con unos 20 a 25 km/h, para luego soplar con algunas ráfagas de mayor intensidad. La mañana venía muy difícil, hasta el mediodía, se habían capturado muy pocas piezas en la embarcación y el panorama era similar en otras vecinas. Todo cambió a partir de allí, cuando empezamos a bajar las brazoladas. Tras pescar entre 15 y 30 cm en gran parte de la mañana, tal como venía rindiendo, estirando la regulación de las trampas fue mejorando la actividad, encontrando entre los 70 y 80 cm, la mayor presencia de pejerreyes. Seguramente, las condiciones desfavorables del clima en ese día, sumado a que aún el agua está muy fría, el pez se ha fondeado a diferencia de jornadas previas donde picaba a 15 centímetros de la superficie.
Con la cuota completa con ejemplares de buena talla, salimos hacía el embarcadero, más que conformes con la faena lograda. Habíamos entrado por el Club de Pesca, donde siempre nos recibe de la mejor manera Nicolás Popovich y su gente. Allí el aficionado que visita el pesquero encontrará un lugar muy cuidado, con venta de carnada, alquiler de dormís, camping habilitado para carpas, baños con agua caliente y proveeduría, además de los trackers que se alquilan con o sin guía.
Para cerrar, hay que decir que la laguna tiene muchísima cantidad de pejerrey, que hay que pescarlo, no come todos los días igual y es muy sutil. Hay que usar mojarra mediana, tirando a chica, ser prolijo, ya que sólo con desacomodar la carnada, a veces no comía. Las boyas deben ser chicas, preferentemente de colores claros, y no exceder con el tamaño de los anzuelos, con un número uno de la clásica marca noruega estamos más que bien, ya que es de boca chica el peje de La Salada. Sin dudas, de las top de la temporada, con una afluencia importantísima de embarcaciones que completaron las reservas tanto sábado como domingo de los distintos pesqueros que se encuentran a la vera de la laguna.
Servicios:
- Jony Burgos guía de pesca. Tel 2255 423535.
- Club de Pesca La Salada: (02267) 668424.
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