Dos días tras el surubí en el río Paraná

Una barra de amigos decidió desandar los poco más de 400 kilómetros que los separan a su pueblo, San Cristóbal, al sur de la provincia de Santa Fe, de Puerto Piracuá, casi al límite con Chaco. El plan era dar con los interesantes surubíes que tiene la zona, y con los servicios de un prestador reconocido como Florencia Lodge, para allanar caminos, ya que acostumbraban a pescar mucho con carnada, en destinos que frecuentan más asiduamente, como el San Javier, y no tanto con señuelos y a trolling, lo más rendidor en este momento para los buenos cachorros. 

Pablo Cascallares, Jonathan Saravia y Hernán Serra fueron los aficionados que vivieron dos lindas jornadas de pesca y nos contaron su experiencia. El primer día, la apuesta fue por el dorado, con un par de piques de dorados chicos con artificiales y luego se trasladaron a una corredera, donde hicieron unos tiros con carnada, teniendo algunos piques lindos en unas gareteadas que no se pudieron concretar. Aunque la estaban pasando muy bien, la cosa venía mal con la pesca, ya que la expectativa era otra.

Después del descanso, una buena comida y mucha camaradería, el segundo día los tenía renovados. El guía Bruno los llevó a hacer señuelo de fondo, en una cancha muy cercana que suele ser muy rendidora. Y vaya si lo era, ya que en el primer lanzamiento picó un soberbio ejemplar que desató un nudo mal hecho por los pescadores y los dejó sin captura y sin señuelo. Complicada manera de arrancar la jornada, y más después de los sinsabores de la jornada previa. La segunda pasada volvió a dar sus frutos, Jonathan clava un surubí interesante, entre 15 y 20 kilos, en mitad de cancha. Se enganchó entre la cola y el lomo, produciendo una gran pelea. Foto y al agua, como corresponde, para hacer otra pasada. Otra vez, Jonathan y Hernán iban a volver a sentir algo en su línea, uno parece haber enganchado una piedra, el otro, también, ya que los multifilamentos venían del mismo lugar. De golpe, uno de los dos aparejos parte hacía el medio del río, en forma muy vertiginosa, lo que hizo gritar al guía, es grande. Hernán empezó a disfrutar de una linda pelea, al tiempo que la otra caña zafaba del enganche. Habrá sido entre 40 y 45 minutos donde el surubí no se quería entregar. Al arrimarlo a la embarcación, el señuelo estaba en el lomo del pez, lo que hizo que la pelea sea mayor. Según nos contaban, esa captura anduvo por los 30 a 35 kilos, la frutilla del postre de unos días inolvidables que fueron de menor a mayor. 

Destacaron el servicio de Florencia Lodge, la labor del guía Bruno y de un sitio donde todos se desviven por atender de la mejor manera a los visitantes. Si a esto le sumamos la buena pesca, sin dudas, Florencia y Puerto Piracuá pasan a ser un lugar ideal para tener a mano en la agenda del pescador. 

Servicios:

• Florencia Lodge: Tel.: (03482) 606378.