Ya desde la tapa del número 1 de Weekend, en octubre de 1972, se deja en claro que el acuarismo va a ser uno de los temas que la revista abordaría. Ligado íntimamente con la naturaleza y la pesca, se consideraba un hobby que permite conocer, especialmente, a los peces exóticos. Calculen los más jóvenes que, por entonces, no existía ni la televisión en color, ni el cable, ni Internet, con lo cual no era fácil estar cerca de la fauna ictícola.
En ese primer ejemplar fue Juan Martín de Yaniz el autor de la nota inicial de acuarismo, que formó parte de una sucesión mensual versando sobre diferentes temas de este pasatiempo. Desde el tipo de cloro, pasando por los vidrios de la pecera y siguiendo por sus tamaños, clases de peces, aireadores y la formación del ambiente, todo se encuentra plasmado en esta gran serie de artículos.
Yaniz fue un notable acuarista que tan tempranamente como en 1937 escribió su primer libro: “Acuarios, plantas y peces”. Cuando salió Weekend llevaba al menos ocho ediciones. En ese lapso también dio a luz “Álbum ictiológico” y “Peces y acuarios”. En nuestra revista fue más conocido por sus notas de pesca pero, evidentemente, también sabía mucho de cómo contemplar los peces en cautiverio. Los escalares de Amazonas y los cebras fueron los primeros que presentó en las páginas del mensuario.
El propio Yaniz hará unas interesantes fichas sobre peces deportivos, con muchos y ricos datos descriptivos tomados de libros de avezados ictiólogos a los que admiraba, como Raúl Ringuelet y Raúl Aramburu. De esta década inicial también datan las primeras notas de cría y sembrado de peces, que involucran a dos especies muy apetecidas por los pescadores: truchas y pejerreyes.
Fue una época de gran impulso de la actividad. De hecho, en esa década se fundaron la Asociación de Acuarismo e Ictiología de la República Argentina y la Asociación de Acuaristas Aficionados de Argentina. Con el paso del tiempo, el hobby del acuarismo se ciñó a revistas especializadas. En Weekend fueron ganando espacio las actividades que se realizan al aire libre, sin dejar de lado la situación de los ríos y su riqueza ictícola, y así comenzó un lento divorcio: acá rescatamos estos esbozos de la época matrimonial.
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