Saturday 14 de December de 2024
PESCA | 16-10-2021 10:00

¿Qué pasa con la población de los principales peces del río Paraná?

Científicos argentinos realizaron un exhaustivo estudio sobre los desembarcos pesqueros de los últimos 85 años y de los monitoreos que se llevaron a cabo en el tramo de la Cuenca del Plata. Principales conclusiones.
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Un reciente estudio elaborado por un equipo de biólogos coordinado desde el Instituto Nacional de Limnología (INALI), dependiente del CONICET y de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), afirma que mientras 15 de las 21 especies de peces que se encuentran bajo explotación comercial y que fueron monitoreadas durante los últimos 15 años en el tramo del río Paraná, ubicado entre la ciudades de Rosario y Reconquista, mostraron tendencias poblacionales estables o positivas, en tanto que las seis restantes fueron declinando.

Según el trabajo publicado en una edición especial de la revista brasiieña Neotropical Ichthyology, además, en los últimos 27 años, en el alto Paraná, entre Corrientes y la represa de Yacyretá, se monitorearon 20 especies ictícolas, de las cuales solo 9 mostraron tendencias poblacionales estables o positivas, mientras que en las otras 11 se comprobó una fuerte declinación de las mismas.

De acuerdo con los especialistas, las principales causas de estas tendencias serían los cambios ambientales a nivel de la cuenca del río Paraná y la presión de pesca,  entre otras.  

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“La primera etapa de este proyecto consistió en reunir las estadísticas pesqueras nacionales entre los años 1934 y 1986 provenientes de 113 puertos distribuidos en los ríos Uruguay, de la Plata, Paraná, Paraguay y Bermejo, a lo que luego se sumaron los datos de exportaciones de pescado de río entre 1994 y 2019”, explicó Pablo Scarabotti, investigador del CONICET y primer autor del estudio

“Esto nos permitió tener un panorama general de la explotación pesquera en la Cuenca del Plata durante los últimos 85 años y conocer las tasas de captura que fueron sostenibles por largos períodos de tiempo en el pasado. La extensa red de monitoreo en puertos de desembarco, que funcionó entre 1934 a 1986, fue un sistema pionero a nivel sudamericano que deberíamos reconstruir para colectar información esencial para la administración pesquera en Argentina”, agregó Scarabotti.

En una segunda etapa, los especialistas analizaron la información de diversos programas de monitoreo: dos de pesca experimental, en el Paraná Medio y en el alto Paraná, y dos de capturas de pescadores comerciales de las provincias de Santa Fe y Chaco, lo que les facilitó información detallada y estandarizada sobre las capturas de peces  en un período de entre 15 a 27 años.

“Esto nos permitió tener un panorama más claro de los cambios temporales en la abundancia relativa de cada especie en el río, por lo que la continuidad de estos monitoreos debe ser una política que se sostenga en el tiempo y la ampliación a otros sectores de la cuenca es fundamental para un adecuado manejo pesquero”, comentó, por su parte, Julia Mantinian, de la Dirección de Planificación Pesquera de la Nación,

Entre sus puntos más sobresalientes, el estudio permitió observar que si bien tanto el sábalo como el dorado presentan poblaciones estables en la parte alta de la cuenca, muestran leves declinaciones en la parte media y baja, lo que “podría deberse a una mayor presión de pesca en la parte baja de la cuenca y a fluctuaciones poblacionales de largo plazo producto de la menor producción de juveniles durante los últimos años”, según señaló Danilo Demonte, integrante de la Dirección de Recursos Pesqueros de Santa Fe.

“Las especies de surubíes (pintado y atigrado) presentan poblaciones estables en todo el tramo medio del río Paraná, en tanto que en el caso particular del surubí pintado presenta una tasa de crecimiento rápida y una capacidad de madurar a temprana edad, lo que podría explicar la estabilidad de sus poblaciones”, agregó.

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En tanto, otras especies que habitualmente se consideran amenazadas, como el pacú y manguruyú, mostraron tendencias positivas en el sector monitoreado de las pesquerías de la provincia de Chaco, indicando que sus poblaciones están en aumento.

Por su parte, mientras que a pesar de ser muy explotadas comercialmente, la boga y los armados también registraron un interesante aumento en el Paraná Medio, por el contrario, tanto el bagre amarillo, como el moncholo, el bagre sapo y la tararira se encuentran en declinación en toda la cuenca durante los últimos 15 años, lo que podría atribuirse a la fuerte presión de pesca comercial y recreativa, sin devolución, que sufren estos peces.

Otro de los resultados más notorios de este estudio es que, entre la ciudad de Corrientes y la represa de Yacyretá, la mayoría de las “especies de cuero” o “bagres” (manduvés, bagre amarillo, moncholo, surubí y manguruyú, entre otras) están declinando.

“Este fenómeno estaría asociado al aumento en la transparencia del agua que sufrió el río Paraná aguas arriba de la ciudad de Corrientes, producto de la instalación de represas en la parte alta de la Cuenca del Plata”, explicó  Sebastián Sánchez, investigador del CONICET en el Instituto de Ictiología del Nordeste.

“Estas especies están adaptadas a capturar sus presas y a eludir la depredación en aguas turbias y se ven desfavorecidas cuando el agua se vuelve muy transparente”, concluyó el especialista.

Por último, los investigadores hicieron hincapié en que el manejo pesquero debe tener una perspectiva ecosistémica para, de esa manera, poder regular todos los procesos que mantienen saludable al ecosistema, lo que, según manifestaron, “implica el control de la contaminación ambiental, la conservación de los hábitats de cría, el mantenimiento del régimen hidrológico natural y un monitoreo continuo y eficiente de la presión de pesca a lo largo de toda la Cuenca del Plata”.

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