Siguiendo con el concepto usado en anteriores notas sobre lectura de aguas para salmónidos (lagos y ríos), hoy realizamos lo mismo en relación al dorado con mosca. Inspirada en la cuenca paranoplatense, un ámbito enorme y de inabarcable diversidad ambiental. Aquí presentamos una síntesis de sus estructuras más representativas.
1 Grandes barrancas: un dicho popular afirma que “a grandes alturas, grandes profundidades”, y con las barrancas paranaenses se aplica perfectamente. Estos accidentes (ubicados en la orilla de erosión del río) suelen combinar buena profundidad con aguas quebradas y numerosos sitios de acecho. Características que se incrementan de existir puntas rocosas o grandes bloques desmoronados. Según su conformación se los puede pescar tanto de costa como embarcado. Algunos ejemplos de barrancas son el alto Paraná misionero, Empedrado o Ita Sirí.
2 Barrancas menores: generalmente de tierra compactada, son idénticas a las anteriores pero funcionan a menor escala. El punto caliente son las pequeñas salientes que aceleran el agua, por donde hay que pasar la mosca bien pegada, imitando un pececillo arrastrado por la corriente.
San Blas: variada para todos los gustos
3 Puntas de piedra: un accidente típico del Alto Paraná, excelentemente descripto por Zapico Antuña en su libro “Spinning pesca calificada”. Explotan durante la remonta de los forrajeros, porque los obliga a pasar apelotonados, en una delgada línea de agua turbulenta que los vuelve muy vulnerables. Un dorado aquí posicionado seguramente estará muy activo, y si la presentación es correcta, probablemente tome. Las aguas con mucha presión de pesca rinden mejor a la mañana, tras el descanso de la noche. Algunos ejemplos son las puntas de piedra de Paso de la Patria, Itatí y Puerto Corazón.
Nota publicada en la edición 494 de Weekend, noviembre de 2013. Si querés adquirir el ejemplar, llamá al Tel.: (011) 4341-8900. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.
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