Si bien según un reciente informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente en el mundo hay más de 300.000.000 de perros, de los cuales el 70% no tienen un hogar donde vivir, la tendencia demuestra que cada vez son más las personas con ganas de sumar a una mascota a sus hogares y familias.
De hecho, de acuerdo a informes elaborados por distintas ONGs, durante la cuarentena por la pandemia de coronavirus, las tenencias de perros aumentò un 200% en todo el mundo.
Por eso, a la hora cuidar su salud y contribuir a una tenencia y crianza responsable, hay que tener en cuenta estas cuatro enfermedades detalladas por Walter Comas, Director de la Unidad de Negocios de Animales de Compañía de MSD Salud Animal en Región Sur.
-Moquillo: conocido científicamente con el nombre de Distemper, el moquillo canino es altamente contagioso debido a que se disemina muy rápida y fácilmente a través de las secreciones de los ojos y nariz de los perros infectados, atacando a muchos de los órganos de nuestros fieles amigos.
Entre los más afectados se encuentra el sistema nervioso que puede quedar lesionado permanentemente, aun cuando el perro se recupere de esta enfermedad cuya principal fuente de infección es el contacto directo con otros animales infectados.
Por eso, es fundamental aplicarles la vacuna contra el moquillo entre los 3 a los 6 meses de edad.
-Parovirosis: comúnmente llamada "parvo", esta enfermedad suele ser particularmente grave en cachorros de entre 6 a 8 semanas de edad, con una mayor tasa de mortalidad.
Se trata de una de las enfermedades infecciosas más letales que afectan al perro, ya que afecta el intestino provocando vómitos, diarrea con sangre, fiebre y disminución de la capacidad para combatir infecciones.
Este virus se elimina con la materia fecal del animal enfermo y suele ser muy resistente a los desinfectantes e inclusive sobrevivir en el medio ambiente por más de 6 meses.
“Si bien los cachorros nacidos de madres vacunadas suelen tener anticuerpos que obtienen a partir de la leche materna en los primeros días de vida y, dependiendo el nivel que tengan, pueden estar protegidos durante unas pocas semanas o, inclusive, hasta 3 meses”, explica Comas.
“Los anticuerpos en los cachorros van desapareciendo gradualmente hasta dejarlos desprotegidos, por lo cual ellos mismos deben producir su propia inmunidad para estar protegidos. Para ello, la vacunación es un aliado muy importante”, agrega el profesional.
-Rabia: de las más enfermedades más conocidas, la rabia se puede prevenir principalmente mediante la vacunación y evitando las mordeduras ya que, precisamente, el virus de esta enfermedad se transmite a través de la herida causada por una mordedura o bien cuando el animal lame una parte del cuerpo de la persona lastimada recientemente.
Aun así, el perro es la principal fuente de muertes humanas por esta causa - alrededor de 59.000 al año-, contribuyendo hasta el 99% de todas las transmisiones de la rabia a los humanos
-Tos de las perreras: altamente contagiosa del tracto respiratorio, la tos de las perreras es otra de las enfermedades más frecuentes que afecta a los perros.
Su principal agente es una bacteria llamada Bordetella bronchiseptica que se transmite en contacto directo entre los hocicos de los animales.
Además, los lugares de contagio pueden ser diversos: residencias caninas, exhibiciones, perreras, sesiones de entrenamiento o, simplemente, en el parque jugando con otros perros.
Los síntomas se caracterizan por tos seca y áspera, en ocasiones acompañado de flemas, secreción nasal, secreción ocular y estornudos; así como taquipnea (respiración más rápida) y dificultad para respirar.
“Entendiendo que cuidar la salud de ellas es también cuidar la de las personas, tanto en el caso de estas enfermedades como de otras, es fundamental consultar al veterinario que brindará toda la información necesaria para su tratamiento y cura”, concluye Comas.
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